Lo más importante

  • La era Vojvoda se inició con una base de jugadores propios.
  • Andrés Cubas fue una de las caras nuevas.
  • Opinión de Mundo D de lo que viene para la "T"

Talleres arrancó su camino de cara a la próxima Superliga 2018-2019, que se iniciará el 10 de agosto. Con la conducción de Juan Pablo Vojvoda, el Matador sabe que tiene por delante tres desafíos: el torneo, la Copa Argentina y la Copa Libertadores, ya el año que viene. 

La hora cero de Talleres se inició con 30 jugadores. Cada uno de ellos tiene su situación contractual. 

La opinión de Mundo D

Vojvoda, entre la base, el equipo y la pretensión

Guido Herrera / Mauricio Caranta / Kevin Humeler; Leo Godoy / Nahuel Tenaglia / Franco Malagueño / Augusto Schott, Javier Gandolf i/Juan Komar /Alejandro Maciel, Carlos Quintana / Renzo Papparelli y Lucas Olaza / Ian Escobar; Pablo Guiñazú / Andrés Cubas / Fernando Juárez, Fernando Godoy / Joel Soñora / Alexis Messidoro y Juan Ramírez / Samuel Sosa; Mauro Ortiz /Aldo Araujo, Junior Arias / Santiago Silva y Cristian Ojeda / Nahuel Bustos.

Este simple ejercicio, que reunió en tres equipos a los nombres de los jugadores que hoy integran el plantel de Talleres, es el mismo que debe haber hecho, hace rato, el DT a la hora de mensurar de qué manera podrá administrar los recursos para afrontar una competencia inédita para el club, como será su participación en la Copa Argentina, en la Superliga y en la Copa Libertadores.

Si Vojvoda expresa que está satisfecho con la base que tiene, también está diciendo que tiene elementos suficientes para darle una identidad a un equipo, a diferencia de otras épocas, también de Primera, en las que los jugadores se conocían horas antes del debut, como aquel increíble y último Talleres de Pastoriza que recibió Osorio y a De Bruno en la concentración porteña.

El técnico sabe que es el primer reto que debe ganar. Así lo hizo Kudelka, que también llegaba sin conocer el Mundo Talleres, del que se fue lleno por haberle devuelto a la gente la certeza de que iba a ver a un equipo que sabía a qué jugaba.

Resulta auspicioso que, para empezar,  Vojvoda haya realizado un duelo rápido ante el hecho de que Andrés Fassi sea el formador del plantel y se enfoque directamente en el juego de un equipo que aún vive la película de que se queda sin nafta al final de la temporada.

Es algo que ya vivió en Defensa y es tan natural como el hecho de que habrá que arreglarse con los que haya. No hay excusas en su discurso, sino el respaldo de experiencias vividas y de las nuevas tendencias en el fútbol. Ya lo aceptó.

El DT sabe que tiene un equipo hasta tres cuartos de cancha y que le falta una variante por línea, pero no desconoce que, para que eso suceda, Talleres tendrá que vender y muy bien.

Debe estar preparado para potenciar lo que tenga con refuerzos top o con los propios. Por eso pondera la base, que ya conoce las respuestas a las limitaciones albiazules y cómo usarlas para crecer.

Un nuevo Talleres verá la luz, cada vez falta menos. Buscará parecerse al anterior en el juego y en sus virtudes, pero debe ser distinto en el control de sus miserias.

Al medio, está Vojvoda y su capacidad. Si puede, Talleres soñará.