El jugador dice que rejuveneció en el club. Mirá las 10 razones por las que el recuperador top de la Superliga se siente así y por las que podría seguir si tuviera el OK de su familia y del club.

Cuando Pablo Horacio Guiñazú dice “Hola, maestro”, es señal inequívoca de que sus expresiones siguientes tendrán que ver con las razones que lo llevan a ser el motor de Talleres desde que llegó en 2016 –el líder recuperador con 73 pelotas recobradas en 17 partidos y pasador top de la Superliga con 93 por ciento de efectividad–, a sentirse 10 años más joven y a pensar en seguir jugando más allá de esta temporada. La serie de argumentos es imperdible. El 28 de agosto que viene cumplirá 40 años y el fútbol no lo quiere dejar. “El Cholo” es como Gardel, “cada día canta mejor”. Pasen y lean.

1) ¿Cómo puede ser el mejor? El profesional que es. “No me gusta hablar de mí. Digo que se es profesional todo el tiempo y todos los días. Significa dejar mucho tiempo con la familia y amigos, dejar la adolescencia sin ser adolescente. Una maduración muy temprana para un ser humano y un amor propio que no tiene límites. Como les digo a los pibes: ‘Para ser un profesional, hay que estar dispuesto y tener los huevos bien puestos. Pocos llegan. Sólo elegidos’. También estoy al tanto de todas las opiniones. Siempre ayudan”. A “Bebelo” Reynoso se cansó de aconsejarle para ordenarlo como jugador y salvarlo de su entorno. De la misma manera que lo hizo Frank Kudelka.

2) Es irreemplazable. No hay un jugador así. No solamente por sus valores individuales, sino porque también es el líder del grupo. En la cancha es el DT de Kudelka y en el vestuario es el ejemplo para sus compañeros y para los pibes que vienen, funciones para las que lo contrató el presidente Andrés Fassi. Es fundamental para su proyecto en Talleres, no solamente en el rubro deportivo, sino también en lo económico con la atracción de inversores, campaña de socios, sponsors y demás. Es la imagen del club y el jugador con el que la gente se identifica. No hay otro como él. Igual que el propio presidente y Kudelka, no tienen relevo. Es más: Fassi acaba decir que es el jugador que “le falta” a la selección.

3) Se siente joven. En ese “Talleres me rejuveneció 10 años; me siento de 29, como mínimo”, Guiñazú dijo todo. ¿Hace cuánto que un jugador de sus quilates no decía nada parecido en Talleres? Habría que remontarse a Gonzalo Klusener o a Javier Villarreal. Es sentirse importante para el equipo, para el club y para los hinchas.

4) Sentirse parte. Es el día a día. Es ese vestuario, son los auxiliares, los empleados de la Boutique, del predio, todo ese Talleres que entra en la diaria, desde que puso un pie en el club en 2016. En las buenas, como ahora que el primer equipo va escolta de Boca, y en las malas, cuando empezó con la recuperación tras la operación del malar que postergó su debut y que lo hizo pensar en el retiro. “Tras la operación, el DT Kudelka y el presidente Fassi me dieron permiso para ir con la familia a Brasil por 10 días. Luego, regresé y comencé a entrenarme. Los chicos me dieron una fuerza increíble. Por la lesión había ejercicios que no podía hacer y ellos venían y me decían: 'Dale, viejo, te vamos a esperar. Ya falta menos'. Todo de buena fe. Me di cuenta de que estaba ante un grupo que sabía lo que quería. De mucha humildad”. Hasta metía un sobreturno de fisioterapia con el kinesiólogo Pablo Renzi para continuar con la recuperación controlada por el médico Julio Ferreyra. Es “su” Talleres, y lo sabe.

5) Una familia fuerte. Su esposa Erika y sus hijos Lucas y Matías jugaron un papel importante. Cuando “el Cholo” vino a la “T”, se quedaron en Porto Alegre. Iba “el Cholo” o venían ellos, aunque ahora se establecerían en Córdoba. “Si no fuera por Erika, ya sería el ex-Talleres, un exfutbolista”, contó “el Cholo” sobre aquella vez de la doble fractura del maxilar izquierdo que le tocó el amor propio y le dijo: “Cagón, no te podés retirar así”. O después del ascenso en 2016, cuando también había pensado en colgar los botines y dedicarse a la familia. También influye mamá Gladys, quien se viene de su General Cabrera natal para visitar al hijo que cumplió la promesa de su padre Juan, quien quería que jugara en la "T”, el club del que es hincha.

6) Fassi, el proyecto y el no a Boca. Fassi lo necesitaba y lo convenció cuando ya tenía todo cerrado con Vasco da Gama. Y confió en el club. Cómo será que le dijo no a Boca, apenas debutó en 2016 en la “T”. Con la lesión de Gago y de Andrés Cubas (vendrá a Talleres para la Superliga que viene, como parte de la operación de venta del 60 por ciento de “Bebelo” Reynoso al club xeneize), lo vinieron a buscar y el capitán albiazul lo recuerda así: “Hoy puedo decir ‘No me equivoqué’. Pero incluso si los resultados hubieran sido malos, también diría 'No me equivoqué'. Estoy adonde quiero estar. Adonde vine para estar, en el club que confió en alguien que tenía 37 años y ahora tiene 39. Soy un agradecido. No me voy a cansar de decirlo. Estoy acá, disfrutando el momento, pero no podemos parar. No se puede parar. Estamos hechos para esto... El grupo lo entiende perfecto”.

7) El DT Kudelka. “Es jugador, es técnico. Un fenómeno 'el Cholo'. Es un jugador que plasma dentro de la cancha lo que uno no puede hacer”, dice siempre el entrenador. Pero Guiñazú le valora la sinceridad con él y con todos sus compañeros. “Kudelka siempre fue claro. Con todos. Soy una persona respetuosa de las decisiones de un entrenador y de un presidente, y también de los compañeros. Así fue. Cada uno luchó su lugar y hubo que esperar el momento. El equipo venía haciendo una campaña impecable. Me dio mucho orgullo que fuera así. En la vida debe ser así. Eso lleva a Talleres a estar donde está”.

8) Los compañeros y el disfrute. Guiñazú sabe lo que es pelear por ganar algo en todos lados y por eso arenga así al grupo: “Es difícil transitar por la ciudad sin que nadie te recuerde que tenemos el partido con Boca o en la situación en la que estamos. Hay que disfrutarlo. Muchísimo. No siempre se pelea arriba. Por más que tengas buenos jugadores o un buen grupo, a veces las cosas no salen. No se dan. Por la razón que fuera. Hay que disfrutarlo. Trato de transmitir eso todos los días. Realmente es muy difícil estar donde estamos”. O, individualmente, como lo hizo con Leonardo Godoy, a quien pidió para la selección de Sampaoli.

9) Ejemplo por seguir. Los pibes que quieren ser como él, en el semillero “T” o los que simplemente patean una pelota. Y como es tan profesional dentro como fuera de la cancha, la identificación con la sociedad cordobesa le permitió desarrollar una gran relación. Más allá del club que representa.

10) Seguir en Talleres, si la familia y el club quieren. “Viste cómo soy. Es realmente día a día. Lo estoy disfrutando desde que llegué. A medida que pasan estos momentos, yo lo disfruto más. A lo mejor terminamos de forma excelente o no. Disfruto de estar en este club y en este vestuario. Llegado al término de esto, si yo sigo estando bien y siento que puedo ayudar a los pibes, a los compañeros y al club, sin dudas que lo hablaremos bien. Hay que ver bien por parte del club qué quiere y qué no. Soy muy respetuoso de eso. No soy nadie para decir: ‘Voy a seguir’. No. Yo voy a seguir, si el club quiere, si está de acuerdo. ¿Entendés? Vamos con calma. Quiero terminar esto. Que es una recta final linda. Quiero estar con todas las luces y, una vez terminado esto, me sentaré, primero con la familia, a analizar lo que sea mejor”.