Guiñazú, el referente de Talleres de 39 años, dio por primera vez una clínica de fútbol en Carlos Paz. Los niños jugaron con él y aprendieron algunos “tips”, y los papás también.

El personaje de esta historia tiene una particularidad que pocos futbolistas pueden exhibir. Pablo Guiñazú, “el Cholo”, el capitán y referente de Talleres, orillando los 40 años, ha logrado el afecto unánime de niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores. E hinchas de cualquier club. Incluso los de Belgrano, el tradicional rival de la “T”, le reconocen un don natural de buena gente que excede a las virtudes futbolísticas que la genética le obsequió.

Sólo así puede explicarse que, con la excusa de brindar una clínica de fútbol en los jardines municipales de Carlos Paz, casi 200 personas de todas las edades, aunque con mayoría de chicos, se hayan reunido a las 17 de ayer. Y eso que los casi 40 grados en la Villa “quemaban”. Todos fueron a verlo para tomar una foto o un video.

El evento, libre y gratuito, fue organizado por la cadena de hamburguesas McDonald’s, que realiza una gira por los principales destinos turísticos del país (arrancó en Pinamar, siguió en Mar del Plata y ayer en Villa Carlos Paz).

En el césped se instaló una “Cajita Feliz” gigante, que fue el centro de aglutinamiento de los niños y sus padres, quienes, previa inscripción, recibieron pecheras de distintos colores y esperaron pacientemente la llegada del “Cholo”. Todo para jugar un “picadito” en el que el volante central, con un micrófono adherido a la “pelada”, tiraba “tips” de situaciones de juego y bromeaba.

A sus espaldas, en las afueras de la Municipalidad, “Palito” Ortega hacía una prueba de sonido para el show que brindaría por la noche al aire libre y entonaba Popotitos para los sub 80, 70 y 60 que se agolpaban para verlo.

La música del “Rey”, “motor 7.6” a punto de cumplir 7.7, sonaba fuerte, mientras Guiñazú, “motor 3.9”, se ubicaba primero en el arco, para dejar que los niños jugaran en libertad, y luego, suelto en la canchita improvisada, con los papás de los chicos.

“¡Dale, fenómeno!”, “¡Grande, animal!”, fueron las frases que repetía en cada indicación. Trató de hacer lo mejor posible una labor docente a la que no está acostumbrado y contagió buena onda y alegría en cada broma que se gastó a sí mismo y a los demás.

Con los cuidados del caso (no le estaba permitido correr por el riesgo de lesiones), simuló faltas, se tiró al suelo y se dejó hacer goles como arquero. Y todos se prendieron. La idea de McDonald’s era convocar a los niños a sumarse a la práctica deportiva, pero al final terminaron disfrutando del “Cholo” los padres de los chicos. “Los padres tienen que estar más presentes, compartir junto a sus hijos. Me encanta que los papás vengan. Los chicos siempre juegan, pero los papás tampoco deben dejar de hacerlo”, dijo.

No hizo más que repetir lo que hace a diario con los juveniles del plantel albiazul, como Cristian Ojeda o Fernando Juárez, por sólo citar a dos: enseñar, aconsejar, predicar con el ejemplo.

Inolvidable para los bajitos

Los locos bajitos que jugaron con o contra Guiñazú “jodieron” con la pelota, porque eso sí se dice, eso sí se hace y eso sí se toca. Estaban emocionados y no salían de su asombro. Alvaro Ontivero, de 9 años, contó: “Es mi ídolo, no lo puedo creer. ¡Jugué con ‘el Cholo’!”. En la misma sintonía estaba Martín Bustos, también de 9 añitos, uno de los que la rompió. “Me sentí bien, muy inspirado. No tengo palabras. Nunca pensé que iba a poder jugar con él. Me dijo que le gustó jugar conmigo”.

Y Tomás, de apenas cinco años, estaba exultante. Tenía puesta una camiseta con la inscripción “Cholo”. “Me felicitó porque hice un gol”, dijo con los ojos llorosos.

Mientras, “el Cholo” seguía jugando con los más grandes y fuera de estado. Uno erró un penal y lo gastó: “Fenómeno, por tu culpa me perdí tres meses de comer hamburguesas gratis”. Y todos, chicos, adolescentes y adultos, se rieron.

Es que así es Guiñazú: un fenómeno que no sabe de generaciones y que lidera al Talleres que está tercero en la Superliga y quiere jugar una Copa en 2019.