Dos equipos de propuesta ofensiva y que venían en ganadores terminaron por neutralizarse. Pocas emociones y cero gol.

En un rápido juego de quien acertaba el resultado, pocos habrían puesto la cruz en un 0 a 0. Es que Talleres sale con la idea de ser protagonista, puso tres delanteros y un par de volantes creativos y venía de ganar los dos primeros, haciendo valer su chapa de candidato. Y Defensores de Belgrano había convertido 11 goles en los dos triunfos iniciales.

Sin embargo, los dos se contrarrestaron y el partido no fue el esperado, con un cero inamovible y una actuación mediocre del equipo de Kudelka, que se desdibujó al máximo en el tramo final, cuando no encontraba como entrarle a un Defensores que a esa altura ya se conformaba con el empate.

¿Mérito del rival o deficiencia propia? No se pueden negar las condiciones del conjunto de Ramallo, trabajado desde la continuidad y con las libertades que otorga jugar sin presión. También es sabido que todos muestran un plus ante Talleres, todos quieren jugar el partido de su vida, y más en un Kempes colmado.

Lo sabe cualquiera y sobre todo lo debería saber Kudelka. Para eso lleva tiempo preparando un equipo al que no le faltan alternativas en nombres, y por eso es válido esperar más en el rendimiento albiazul. En lo colectivo y en lo individual. Hacer valer en la cancha la riqueza con la que Talleres cuenta en su plantel.

“Es drástico decir que faltaron ideas. Al contrario, fuimos demasiados obsesivos con una forma de jugar. No se pierde el estilo por tirar un par de centros en los últimos minutos y nosotros no lo hicimos”, esgrimió el conductor sobre un final con desconcierto.

El plan terminó funcionando a medias. Talleres presionó arriba para impedir la salida prolija que caracteriza a Defensores, le quitó la pelota y lo atacó con agresividad e insistencia, aunque sin precisión ni lucidez. La manija debía ser Raymonda y tuvo poco contacto con el balón. Piergiácomi deambuló por el medio y pasó casi inadvertido y Barrionuevo fue de mayor a menor, hasta diluirse y ser reemplazado. Y ni Francia y ni Velázquez alcanzaron a pesar cuando entraron. Y la pelota no entró, en una tarde noche que coqueteaba con ofrecer varios goles.

La visión de Kudelka. “Defensores es un rival muy digno, trabajado y al que le resulta más fácil tomar riesgos. Por intensidad le creamos varias situaciones y en el segundo tiempo tuvimos más el control de la pelota. El equipo va sumando virtudes y hay que corregir defectos. No vamos a ganar siempre”, resumió Frank Kudelka sobre el empate en cero.

“La falta de concreción fue nuestro déficit. No acertamos ni en la movilidad ni el pase filtrado cuando el rival ya estaba metido atrás. Le sacamos la pelota a un rival que juega bien y que venía de convertir 10 goles. A nosotros nos llegó una vez, creo que la única, recién a los 26 minutos”, puntualizó el DT.