Talleres dio anoche el paso en falso necesario para catapultar sus ilusiones de mantenerse en la B Nacional, al caer contra Atlético Tucumán 2 a 1. Se lo dieron vuelta y la sensación general es de resignación.

Si a Talleres le quedaba una llama de esperanza para conservar su lugar en la B Nacional, terminó de dilapidar cualquier posibilidad. No tanto desde lo numérico, donde el cuello tiene ya el primer nudo de la soga atado, sino porque desde lo futbolístico no tiene argumentos como para revertir el inminente diagnóstico. Cayó 2 a 1 ante su gente con Atlético Tucumán mostrando una bipolaridad palpable en su juego. Llamativamente, no sostuvo la actitud de juego que le había dado la diferencia y los tucumanos, con mayor claridad conceptual, embolsaron tres puntos para su ilusión de ascenso y a colación de ese objetivo, le dio el empujón condenatorio al Albiazul.

Hay que ser realistas: quedan 12 puntos y de lograr la mayor efectividad podría aspirar a una salvación; sin embargo, esa hipótesis no está sustentada en lo que deja dentro de la cancha. Y eso que estaba en ventaja, con mucha entrega y desequilibrio por las bandas, incluso pudiendo justificar la diferencia con mayor holgura. Gonzalo Klusener usó la picardía para hacerle compensar al juez un supuesto penal en la jugada anterior, y compró el agarrón de Franco Sbuttoni. Penal y gol.

Hasta ahí todo normal, sin embargo, pareció que las riendas nunca iban de la mano del local. Entonces, la visita apostó, dejó tres defensores y le ganó el terreno medio, ante unos volantes que nunca pudieron ser contención. Longo dos veces amargó a toda la gente, con un cabezazo primero y remate desde afuera que responsabiliza al arquero Pablo Santillo. Ya venía cuestionado el ex Banfield pero la realidad indica que nadie del medio ni la defensa salió a apretar al pateador. Una duda y adentro. Los cuestionamientos de la gente fueron para el arquero, aunque Longo pateó con cierta libertad que no es reprochable a Santillo, únicamente. El problema es estructural pero sobre todo, anímico y deportivo.

El resto fue un manojo de nervios, de intentos desesperados, como crónica de un final anunciado. Talleres se encamina otra vez al Argentino A porque gran parte de sus protagonistas no entendieron lo que se estaban jugando, no hubo maniobra dirigencial ni con los refuerzos en diciembre ni en sostener al grupo. No es algo de anoche solamente, desde que empezó el 2013 se palparon errores, desaciertos y una escasa posibilidad de maniobra. La tabla no miente, pende de un milagro aunque sería estirar la agonía, ya que no depende de sí mismo. No en lo numérico, pero sí en lo futbolístico.

LA FIGURA
Sebastián Longo (8). Fue clave en la recuperación y después metió los dos goles que dejaron a Talleres al borde del KO. Firme con una actitud contagiosa. Lucchetti bien, y en el Albiazul, lo mejor: Pavón y Klusener.

LA CLAVE
Los tucumanos coparon el mediocampo pero sobre todo, con actitud y esfuerzo táctico, para desnivelar a un Talleres que se quedó sin resto anímico. Nunca se recuperó del impacto.

EL ÁRBITRO
Andrés Merlos (Correcto). Lo único que puede dudarse es que compensó con el penal una falta dudosa en el área en la jugada anterior. Pero no incidió.

Zona Mixta


A Mendoza. El próximo compromiso de Talleres será por la 39ª fecha, el lunes a las 14, ante Independiente Rivadavia de Mendoza, en calidad de visitante. Posteriormente, será local ante Huracán de Parque Patricios, por la 40ª jornada.

Premio a ascenso. Días atrás el plantel de Talleres, junto al delegado en Córdoba de Agremiados Luis Taboada, mantuvieron una reunión con el presidente del Fondo de Inversión Rodrigo Escribano, con motivo del reclamo del premio de ascenso del Argentino A, a la B Nacional. Hasta el momento cobraron solamente entre el 15 y 20 por ciento de lo prometido y eso motivó la intervención del gremio. No obstante, Escribano admitió la deuda aunque se negó a firmar un documento de garantía al respecto. “Si reconocen la deuda, deberían pagarla”, declaró Taboada. La situación fue tensa y promete nuevos capítulos en los próximos días.

Sin Vera. El defensor de Talleres Renzo Vera abandonó el partido con un fuerte golpe en la cabeza y además sumó su quinta amonestación, por lo que de una forma u otra se deberá purgar una fecha de sanción. Y Favio Alvarez salió con una sobrecarga muscular en ambos abductores.

Congestión. En las inmediaciones del estadio el público sufrió el colapso del tráfico a raíz de los exagerados controles de los inspectores de tránsito y eso demoró sustancialmente el traslado, con un embotellamiento que hace tiempo no se vivía, incluso con partidos de mayor convocatoria que anoche. La gente siguió ingresando al Mario Kempes hasta la primera media hora del partido.

El trabajo. El trabajo del plantel será hoy desde las 16 en el predio. El viaje a Mendoza está previsto para el sábado a las 22 vía terrestre.

Uno x uno


Pablo Santillo: (5) Perdió todo tipo de confianza y los nervios lo traicionaron.
Gastón Bottino: (5) No tuvo las escaladas prolijas de otros partidos.
Esteban Burgos: (5) Tácticamente muy ordenado y presionando, mejor.
Renzo Vera: (6) Solidez y prestancia hasta que se lesionó.
José Schaffer: (5) Levantó su nivel, bien en los cruces.
Nery Leyes: (5) Era la figura hasta que se desordenó con el 1-1. Dejó de presionar.
Agustín Díaz: (6) Regular como siempre. No logró acomodarse.
Ezequiel Barrionuevo: (5) Se desdibujó en el complemento.
Favio Álvarez: (5) Perdió consistencia en el juego con los minutos.
Cristian Pavón: (6) Comprometido, involucrado.
Gonzalo Klusener: (6) Su picardía generó el penal del gol.
Juan Avendaño: (5) Como desentendido del momento.
Marcelo Vega: (5) Sin implicancias.
Juan Tévez: (6) No gravitó.