Tras el empate ante Unión, el delantero albiazul sostuvo que el objetivo ahora es sumar de visitante. También se refirió a la suerte de su remate que, como contra Instituto, volvió a pegar en los dos palos.

Se lo nota tranquilo a Juan Ignacio Sánchez Sotelo. Su serenidad excede por momentos a la atmósfera que se vive en Talleres, que necesita con urgencia un triunfo. Pero el goleador es consciente de que sería un error jugar “al ritmo de la gente”.

El viernes, el compañero de ataque de Gonzalo Klusener tuvo en sus pies el gol que pudo haberle dado la victoria ante Unión en el estadio Mario Kempes.

Pero entre el arquero Matías Castro (la figura del partido) y los palos, le impidieron soltar el festejo. “Qué vas hacer... No quiso entrar. A veces fallás y a veces tenés mala suerte”, intentó explicar “el Lobo” sin desprenderse de su habitual calma.

La jugada recordó aquel zurdazo que se estrelló en ambos palos en el clásico ante Instituto y que encima terminó en gol de la Gloria.

Otra vez la pelota bailando de un poste al otro. Y otra vez negándose a entrar. “Son rachas. Dios quiera que se corten rápido. La puse al lado del palo y no fue... Qué le vamos a hacer”, repitió.

El delantero de 26 años, que lleva siete goles en 22 partidos jugados con la camiseta de Talleres, aspira a quebrar la racha pasado mañana en Isidro Casanova cuando el equipo dirigido por Rubén Darío Forestello visite a Almirante Brown a las 17.

–Dijiste “no quiso entrar”, pero ¿cómo analizás el resto del partido con Unión?
–Creo que nosotros hicimos un buen partido. Quizá en el primer tiempo no tanto, pero en el segundo sí. Ellos se cerraron y nosotros hicimos todo. Ahora lo que nos queda para salir de esta situación es ir a buscar los tres puntos a Buenos Aires.

–Otra vez pateás al arco y la pelota rebota en los dos palos.
–Qué decirte... Soy el primero que lo sufre, y el que más lo sufre. Puede pasar. Tengo la fuerza para meter el pecho y seguir adelante.

–Si lo practicás, no sale...
–Si pruebo ahora capaz entran, ja. Creo que lo importante es que el equipo crea situaciones. Por ahí la gente no lo entiende, pero soy al que más bronca le da. Es un tema de suerte. Por momentos fallás y a veces es suerte. Qué vas hacer... no quiso entrar.

–¿Por qué creés que les cuesta tanto cuidar el resultado?
–No supimos adelantar las líneas y quedamos muy aislados. Pero es algo que se corrige. Lo importante es que se sumó más allá del sabor amargo del final. Repito: merecíamos más.

Paridad. Transcurridas 24 fechas, el torneo de la B Nacional muestra una paridad que en muchos casos es producto de la irregularidad de los equipos. Salvo Banfield (hoy recibe a Sportivo Belgrano), los que pelean arriba no han logrado una solidez como para despegarse del pelotón de atrás.

Talleres aún mantiene una batalla consigo mismo en procura subirse de una vez por todas al tren de la regularidad. El plantel valoró el juego que mostró en los últimos dos partidos, pero destacó la importancia de sumar.

–Venían de tres derrotas consecutivas. ¿Sirve el empate?
–Cortamos la racha. Ahora hay que ir a ganar de visitante. Se consiguió sumar y es positivo. Contra Sarmiento y Villa San Carlos tuvimos partidos muy malos. No se jugó bien y nos superaron. Contra Douglas Haig mejoramos y tampoco ligamos. Con Unión merecimos mucho más. Aunque por momentos cometimos distracciones, creo que vamos por el buen camino. Como dije antes, hay que poner el pecho e ir a buscar los tres puntos.

–¿Por qué les cuesta abrir determinados partidos?
–Está claro que a nosotros nos convienen los equipos que salen a atacar y que te dejan espacios. Por ahí los que se repliegan nos cuestan más.