Finalmente, la policía de Mendoza no dio garantías en el mundialista. Polémica.

Fue más que intensa la jornada de ayer. Lo concreto es que, al final del día, se sabe que será más visitante. Talleres jugará en Mendoza ante Deportivo Maipú, este domingo a las 17, por la octava fecha de la fase final del Argentino A, con el arbitraje del tucumano Pedro Argañaraz.

Con ribetes escandalosos, la jornada de ayer transitó con encontradas declaraciones del presidente del club mendocino Oscar Sperdutti en diferentes medios locales y cordobeses. Sin embargo, en Talleres evitaron “prenderse” en el fogoneo.

Todo empezó a en la tarde de anteayer, siguió por la mañana y cerró el moño por la tarde.

El titular de la Dirección de Planificación de Eventos de la Policía de Mendoza, Daniel Mazzola, confirmó que la localía iba a ser en la cancha del “Botellero”.

La decisión contradijo la información que trascendió desde la AFA y que consignaba que el juego sería en el Malvinas Argentinas.

Pero los mendocinos pusieron el grito en el cielo para que “no los saquen” de su cancha.

De esta manera, la T será “más visitante” porque no podrá contar, otra vez con la presencia de su público. “Fue el puente más grande el que nos hicieron. Si tengo un problema con Talleres voy a hablar con alguno de la comisión directiva. Es una vergüenza llevarle un problema a Grondona”, declaró el presidente Omar Sperdutti a Radio Impacto. “Ganen bien, en la cancha. ¿Cuál es el miedo que tienen de venir a esta cancha? Quiero ser feliz mirando el partido del domingo y mi satisfacción es jugar en nuestra cancha”, completó Sperdutti.

Rodrigo Escribano, titular del Fondo de Inversión de Talleres, fue más cauto, eligió la mesura y respondió sin prenderse en el “ida y vuelta” en el que la dirigencia local buscaría meterlos. “Nosotros hemos ganado los partidos en la cancha. Esas declaraciones generan violencia”, recalcó el dirigente albiazul. Por el lado de la T, además, trascendió que en la tarde del martes hubo cruces de llamados y que incluso había intención de colaborar abiertamente con la venta de entradas para los hinchas albiazules (estimaban unos 10 mil), pero todo se precipitó ayer.

Clima espeso. Será un clima no muy propicio para jugar semejante “final” en Mendoza. Se conoció además que la dirigencia albiazul llevaría seguridad “propia”, más que nada para poder resguardar al plantel y a los directivos que viajen a la provincia cuyana.

Con calma, recaudos. La dirigencia de Talleres podría contratar un servicio de seguridad privada, para el plantel y para quienes viajen al partido. Mientras, la policía mendocina ratificó que brindarán “todas las garantías”.

Un sólo cambio en la T. Mientras todo alrededor suena un tanto caótico, el plantel albiazul trata de abstraerse del partido “externo” y piensa en el triunfo este domingo en Mendoza. “Sabemos que es un partido clave y uno trata de trabajar pensando en que tiene que jugar y ganar. Igual será un partido terrible, viendo que la presión será diferente”, expresó Javier Villarreal en la previa, durante el post entrenamiento de ayer. El Matador tendrá una sola modificación obligada por la quinta tarjeta amarilla de Jesús Nievas. Para ello, el reemplazante será Aníbal Medina.

Entonces, el 11 titular formaría con: Aguiar; Cháves, Medina, Bazzi y Benítez; Bottino, Villarreal, Díaz y Carabajal; Velasco y Klusener.

Hoy habrá ensayo por la mañana y el técnico Arnaldo Sialle podría plantar este equipo.