Argentino A. La T empató 1-1 con Central Córdoba y se trajo una unidad de Santiago del Estero, aunque estaba para ganarlo. Terminó con 10 hombres por la roja a Agustín Díaz y, así, sólo resistió la igualdad.

El escenario era propicio, una noche única. Pero no, nada de y Talleres tuvo que conformarse con un punto, por más de que le faltó un pelito para dar vuelta esta mala onda de visitante. Y eso que lo ganaba tranqui, pero no fue malo en el saldo general, el empate que logró anoche ante Central Córdoba en Santiago 1-1.

No fue la mejor versión de un Talleres de visitante. Pero, para ser justos, tampoco fue la peor. El primer tiempo del equipo albiazul no brilló y apenas tuvo algunos destellos bajo un cielo santiagueño de nubes amenazantes. De igual manera, eso de sentir el peso de jugar afuera por lo menos en la primera parte no se le notó a la T.

Y ya fue un buen indicio. Otro más quizás la buena nueva de un Claudio Francés que no parece un jugador que está haciendo sus primeras armas.

Lo más relevante fueron los intentos de Strada por la derecha y de Francés por el otro costado.

La T fue un equipo práctico con la pelea de Leyes y Gianunzio en el medio. A los 12, Strada tuvo una muy clara que se fue cerca de uno de los palos del arquero Burtovoy. No fue tan vistoso, tuvo simpleza y no se complicó en demasía el Albiazul. El local no fue el perro de presa que salió a comérselo. Y eso fue un alivio también. Otra clara fue la que tuvo Sebastián Sáez cuando por una distracción atrás el pelado aprovechó y disparó por arriba. Era una clara promediando la etapa. De allí en más, todo concluyó con la última de la etapa. Strada y Romat no se entendieron y fue José Albarracín el que se pudo llevar el premio mayor. Su disparo obligó a Michael Etulain a volar sobre uno de sus palos.

Fue realmente espectacular la tapada del 1 de la T. Con esa imagen, la de haber podido pagar por el último error, Talleres se fue al descanso que a pesar de ello era un buen saldo para el equipo de Bianco que se nutrió de hacer las cosas sencillas y sin complicarse. La deuda seguramente que estaba en animarse a más.

Lo pudo tener. En el complemento el que se animó a más fue el local. Central Córdoba tuvo un comienzo de locos. Al minuto un despeje imperfecto de Trulls dejó a Albarracín mano a mano que la desperdició. Luego, al instante, Eric Chmill disparó de afuera y se fue cerca. Luego de ello se insinuó en una Strada, pero Talleres padecía ese inicio distractivo. A los 9m lo tuvo Sáez tras una buena corajeada de Romat.

Luego, una mala buena se transformó en una buena-buena. Una fuerte infracción sobre Nery Leyes obligó al volante a dejar el campo. El DT en lugar de poner a Erroz se la jugó por Agustín Díaz y quedó un sólo volante de marca (Gianunzio). La T jugaba más, y Díaz ponía ritmo y pases. Strada vio una de billar que le llegó para ponerle tiza al botín. Román no hizo otra cosa que fusilar a Burtovoy con el 1-0 a los 20. Con Díaz tenía todo la T. Mejoró en su juego y encima el técnico puso a Farías para darle más vértigo. Todo cambió cuando, a los 27, Díaz, que era clave, vio la roja por encontronazo con González Tapia. Tras ello, tres minutos después, en una pelota llovida sobre el área albiazul dudaron todos y Diego Suárez consiguió la igualdad cuando a los locales se le venía la noche. De allí en más el equipo de Bianco aguantó con uno menos y casi le va peor. Por eso el partido, por un pelito no fue de tres puntos.