Se comentaba que el árbitro Gustavo Fabián tendría mucho trabajo para conducir Talleres-Sportivo, pero no fue así. Los protagonistas disputaron un encuentro con ganas, fuerte pero sin mala intención y se sucedieron algunas jugadas polémicas que el árbitro sancionó con dudas. A mi entender la ubicación del jugador Strada de Talleres en el primer gol era adelantada, no lo vieron de esa manera el asistente número “2” Eduardo Sager, ni el árbitro y fue gol.

En el segundo tanto del mismo equipo también hubo un momento de duda, porque el disparo del mismo jugador pegó en el travesaño y al picar la pelota en el suelo, lo hizo en forma completa y el mismo asistente corrió hacia el centro del campo por la línea pero deteniéndose sin llegar al medio, cosa que no es necesario, generando algunas protestas de jugadores visitantes que no prosperaron.

Con el correr del partido sucedieron faltas bien sancionadas con amonestación, pero también otras que fueron cobradas pero sin amarillas y nos referimos a las faltas indicadas por los técnicos para detener un ataque peligroso del rival y que deben ser de amonestación. Otra jugada discutible, fue la no sanción en la primera etapa de un penal por falta en contra del jugador Carabajal de Talleres estando el juez muy cerca de la misma. Sin embargo, esta manera de dirigir del salteño, demuestra que conoce muy bien la categoría y a los jugadores de la misma, pero a mí me dejó un gusto amargo y toda la sensación de que simplemente “sacó” un partido cuando era para lucirse. En el final sancionó un penal para Talleres por falta contra Riaño y expulsó a Martín García de Sportivo correctamente. En síntesis, regular el trabajo de Gustavo Fabián.