El juez Silvestre repasó esta mañana con los inversores el año de gestión en Talleres. El fideicomiso habló sobre la deuda. Sigue la duda sobre la continuidad de Coleoni.

Mientras se espera la conformación del comité de asesoramiento que definirá al próximo plantel y si cambian a Coleoni o no, el Mundo Talleres conoció datos este martes del juez Saúl Silvestre sobre la marcha de la quiebra de Talleres.

El magistrado albiazul dio una conferencia en Tribunales. A su lado esuvieron los fideicomisarios Daniel Ruffener y Gustavo Eluani quienes dieron cuenta de los últimos pagos que se han hecho a los acreedores y los próximos (un millón de pesos del cuarto proyecto de distribución y otro millón más para el siguiente).

De acuerdo al último informe trimestral el pasivo estaba en casi 15 millones de pesos y ahora bajó a 12.

El juez habló poco y felicitó al Fondo de Inversión albiazul porque permitieron que el club siga día a día con sus actividades. "La presentación de este proyecto hizo que me enamorara. Armaron una sociedad sin fines de lucro y dieron una gran ayuda", remarcó Silvestre.

Luego el juez le cedió la palabra a Rufener, quien remarcó que “el riesgo de liquidación está lejos y la continuidad del club está asegurada”.

“Gracias a este contrato con el Fondo de Inversión hemos alcanzado los objetivos planteados por la ley. Además permitió que el club tenga una función social, porque a demás del fútbol profesional hay 1000 deportistas haciendo algo en Talleres y no se generan nuevos pasivos”, señaló el fiduciario.

El predio, la garantía. “La diferencia con Belgrano es que no había nada y el predio albiazul sigue siendo una garantía para el caso de que no pague Gama SA”, dijo el juez Silvestre, el viernes pasado, cuando habló de Belgrano, cuya quiebra también administra.

Por otra parte, el Fondo hizo una memoria y balance del primer año, en el que aportó 4 de los 8 millones de pesos que se comprometió invertir hasta 2014. “Se hacen las cosas para los clubes. Lo que le ha pasado a Talleres y a Belgrano es un impacto. Que el enfermo se cayó y lo pisó un tren por arriba. Lo de Belgrano era más temeroso, porque no tenía nada y Talleres un predio”, evaluó Silvestre.

Además, se dio cuenta de las obras que se realizaron en la Boutique, predio, pensión y gimnasios internos, entre otros. Y además una evaluación del año deportivo.

“Tenemos que hacer una fuerte autocrítica de todo lo que nos pasó en el ámbito deportivo”, manifestó Escribano, quien luego remarcó que "si bien el objetivo es otro, este es un club de fútbol".

Para Ernesto Salum, uno de los accionistas era “ascenso o fracaso”. Para otros como Rodrigo Escribano, el presidente del Fondo, fue “desazón”.