Lo dice Rodrigo Escribano, el titular del Fondo de Inversión. Además, afirma que la gente reconoce eso y que está ilusionada con el ascenso. Pero no quiere ilusionarse..

Los escenarios para el Mundo Talleres tras este Argentino A son obvios. El que todos sus habitantes sueñan y reclaman es el de la vuelta a la B Nacional, categoría de la que falta desde el 13 de junio de 2009.

Otro año en el actual torneo es la alternativa menos deseada. Sin embargo, en el Fondo de Inversión de Talleres, el grupo que se comprometió a coadministrar el club con el fideicomiso desde junio de 2010 hasta 2014, se analizan los dos escenarios.

“Antes que nada, quiero decir que los inversores no se pueden ir. El aporte está garantido, más allá de su presencia física. Los compromisos son post mortem”, dijo Rodrigo Escribano a Mundo D.

–¿Cómo sería el equipo si asciende?
–Vamos a priorizar a los valores del club. No vamos a traer refuerzos y después llenar con pibes. Todo tiene un equilibrio y un análisis futbolístico. Estamos convencidos de que lo que nos salva son los jugadores del club.

–¿Y si el equipo se queda en el Argentino A?
–La política será la misma. La urgencia presionará más, pero trataremos de mantener el criterio. Hay veces que quizá haya que modificarlo. Pasó ahora que con tantas lesiones, las inferiores no estaban preparadas para suplir las necesidades inmediatas.

–No más un Talleres que gaste sólo en el equipo un millón de pesos mensuales…
–No lo concebimos así. Armaremos con jugadores propios y lo que haga falta, vendrá de afuera. Hay que consolidar un club de jugadores de Talleres que dé resultados lo antes posible. Ya no sirven los contratos a seis meses o a un año que usen la vidriera del club. Crivelli y Riaño, a quienes se evalúa comprar, llegaron con opción.

–¿Cómo harán para que la gente entienda si no se dan los resultados luego?
–En el Argentino A, la urgencia deportiva quizá nos obligue a reforzar un poco más el plantel. Pero en la B Nacional, no. Hay que explicarle a la gente que así surgieron proyectos como el de Lanús, Banfield.

–La obligación de pagar la deuda (11 millones pesos) es del fideicomiso. ¿El Fondo no hará aportes?
–El Fondo debe generar estabilidad y allanar caminos. Los casos de Pastore y Ledesma no estaban avanzados porque no se había pagado la tasa de justicia. El fideicomiso pudo percibir 40 mil euros del Catania por los derechos de formación de Ledesma. Si el Fondo vende un jugador se beneficia la quiebra. El Fondo no tiene fin de lucro. Lo que puede hacer si Talleres fuera rentable es recuperar el capital inicial, sin interés. Si no es rentable o si no quieren sus miembros, no la recupera.

–¿El club no es rentable?–No. Hay un déficit mensual de 300 mil pesos. Por eso se sumaron dos socios más como De Biasi y Maslub.

–¿No tienen un gerenciamiento encubierto?
–Hay una gran diferencia. El gerenciamiento tiene fin de lucro. Dio de baja a Pastore porque le convenía darlo de baja como si no sirviera y después lo vendió. La diferencia es abismal. Ahora se dieron las condiciones con el Fondo para que los empresarios volvieran. Caso Roggio, Srur, Bertinetti, Salum y gente seria caso Escalante.

El Fondo, a fondo. Escribano hizo un repaso sobre aciertos y errores del Fondo. “Hubo que reconstruir el club. Se necesitaba gente que paliara el déficit, formara el plantel y mantuviera al día al club. Hubo aciertos y errores para competir en dos campeonatos. Es un club de fútbol que tiene mucha vida social y gran potencialidad. Por más que haya estado devastado. La necesidad del hincha es una buena presión porque impulsa al trabajo, pero cargamos con todas las frustraciones. Uno no puede despegarse del pasado”, agregó.

–De esos 8 millones de pesos a aportar en cuatro años, la mitad se iba en la primera temporada….
–Fue superado. Se fue un millón más en obras de la Boutique. Los ingresos por socios y venta de entradas se redujeron a la mitad. En el Chateau, iban de 20 ó 25 mil personas. Ahora, 14 ó 15. Hay que destinar una tribuna a los visitantes.

–En 2010 el club se autofinanció con el fideicomiso…
–Sí. Pero la competencia terminó y hubo deficit. Si el Fondo no estuviera jugaríamos con ocho profesionales, el fideicomiso estaría lleno de deudas por el gerenciamiento anterior y el juez Silvestre se hubiera visto obligado a liquidar bienes.

–La gente sólo comprende el éxito deportivo…
–Es uno de los errores históricos del club. Que lo deportivo haya sido la vida o la muerte, sin pensar que al otro día la institución sigue viviendo. Hubo planteles impagables. Sin estructura para generar ingreso. Un club se transforma en rentable cuando puede vender jugadores, pero si no los cuidas o son robados, no hay chances...

–Se pagará un premio millonario por ascender…
–Sólo si ascendemos.

–¿Cuál sería el tiempo lógico para ascender?
–Los plazos del fútbol son medianos. Es un proceso. Hoy tenemos jugadores propios, vendibles. Y los foráneos llegaron con opción. Fue un gran paso.

“La gente volvió”. Escribano habló de la gente: “Hay que traerla al club. En mayo de 2010, teníamos tres mil socios y hoy hay 11 mil. La gente volvió, pero para devolverle necesitamos de mayor inversión. La potencialidad no se puede explotar porque no tenemos servicios. Hace falta un proyecto a largo plazo. Talleres vive después de junio”.

–¿Por qué volvió?
–Está ilusionada. La gente agradece que no robemos. Después ha visto un orden distinto. Hay más servicio al socio. Y a la gente le gusta ver a los pibes del club. Si asciende se podrá lograr el proyecto a mediano plazo. Habrá más paciencia.