Hermético. Rodrigo Escribano negocia con dos enganches de la B Nacional cuyos nombres no reveló. Es complicado lo de Rodrigo Díaz.

El enganche que no llega comienza a transformarse en un tema fastidioso para Talleres. Desde que se cayó la incorporación de Federico Barrionuevo, y en un mercado en el que no hay enlaces del perfil que pretende Héctor Arzubialde, la mira del Fondo de Inversión albiazul se posó en Rodrigo Díaz y en dos enganches de la B Nacional, cuyos nombres se mantienen bajo siete llaves.

Esos “tapados”, que fueron sugeridos en la noche del viernes por el DT (¿uno será Nicolás Herrara, prescindible en Atlético Tucumán?), tienen contratos vigentes con sus clubes, por lo que las negociaciones las impulsa el presidente del Fondo, Rodrigo Escribano, con las directivas de esas instituciones.

“Tenemos que ser muy cuidadosos, porque Talleres no quiere sacarle jugadores a ningún club. Le interesan al técnico y estamos viendo si existe alguna posibilidad de que uno venga”, comentó Escribano ayer a Mundo D.

Hasta esta noche no habría novedades respecto de esta negociación ni por “el Rengo” Díaz, un jugador que desvela a otro integrante del Fondo, Ernesto Salum, pero quien no logra desvincularse de Almirante Brown y cuya incorporación presenta complicaciones.

Zermatten, no. Cristian Zermatten no volverá a Talleres. “Lo ofrecieron, pero no está en la agenda del técnico”, señaló Escribano.

Solidaridad. Mañana se colocará una urna en la sede social albiazul para los socios que puedan o deseen colaboren con el adolescente Agustín Bustos Fierro, de 14 años, quien necesita reunir con urgencia un millón de dólares para someterse a un trasplante de médula, en EE.UU. Agustín padece una enfermedad congénita degenerativa llamada adrenoleucodistrofia, que afecta el sistema nervioso central y hace que el afectado pierda progresivamente sus funciones cognitivas y motoras.