Miguel Monay se mostró como una opción viable en Talleres. Se refirió a su fastidio cuando perdió su puesto, su lucha inclaudicable y hasta bromeó sobre los goles que falló ante Alumni y Desamparados.

Ni figuraba en la nómina de los concentrados en los primeros partidos de Talleres, pese a que fue uno de los jugadores con rendimiento más parejos en la temporada pasada. La llegada de un nuevo DT, como Héctor Arzubialde, lo dejó sin privilegios por sus precedentes y tuvo que remarla otra vez. Miguel Monay no se amedrentó, tuvo su chance ante Desamparados, y contra Maipú cumplió su primer cotejo como titular.

“Siempre intento amoldarme, al sistema y a las posiciones que me pide el técnico. Uno siempre piensa, antes de entrar y salir de la cancha, ‘cómo habré jugado’ y sobre la necesidad de responder. Sigo a disposición de técnico, sin pedir privilegios”, contó Monay a LA MAÑANA, mostrándose como un comodín en el elenco albiazul.

Frustración. Monay padeció al quedar marginado en los primeros partidos, pero no claudicó en su lucha. “No me gusta renunciar a nada. Por supuesto que tuve fastidio, es lógico para cualquier futbolista que siempre quiere estar. Eso me generó fastidio y mucha bronca, pero nunca bajé los brazos, porque son las reglas del fútbol. Tuve que remarla desde abajo, empezar de nuevo, y más allá de mi molestia, yo tengo que estar al servicio del equipo”, sostuvo.

Central y por izquierda. El plantel cuenta con otros tres volantes centrales; Fabio Pieters, Sebastián Navarro y Emiliano Gianunzio. El puesto está bien cubierto. Monay jugó de zaguero central en la Copa Córdoba ante Estudiantes de Río Cuarto, y tuvo que improvisar algunas veces de volante por el costado izquierdo. “Más allá de mi función natural, uno le quiere ser útil al equipo. Por supuesto, si en esos lugares no rindo, solito voy a pedir el cambio. Hay que saber brindarse en solidaridad al equipo”, indicó.

Rueda de auxilio. “Este torneo es largo, y nunca uno se conforma. Soy consciente de que ahora ante Estudiantes, puedo queda fuera del equipo, porque tenemos mucho material de jerarquía. Estoy contento porque creo que hice un buen partido ante Maipú y Talleres se consolida arriba”, destacó Monay.

¿Goles? Ante Alumni tuvo dos chances clarísimas para convertir, pero fue irresoluto. “No se me dio, pero estoy contento porque cada vez estoy más cerca de convertir. Quedó claro que el gol no es lo mío (risas) y de a poco me voy dando cuenta que estoy para aportar equilibrio y juego. Que los goles los hagan los otros, y si me toca, bienvenido sea (risas)”, completó el jugador.