El equipo de Rebottaro tiene en puestos clave a jugadores del club como Pereyra, Navarro, Marín, Cosaro y Díaz.

Más allá del resultado deportivo que obtenga, el Torneo Argentino A ya le ha dado buenas noticias a Talleres. Son las que llegaron desde la actuación de los jugadores propios. Sobre todo los que, después de mucho tiempo, llegaron a ocupar puestos claves, en este equipo, que lidera el Clausura y tiene chances de clasificarse.

Ramiro Pereyra y su alternativa Agustín Díaz, Sebastián Navarro, Guillermo Cosaro, Ricardo Marín, Germán Palacio forman una primera línea de jugadores que se han ganado un lugar entre la preferencias del técnico Andrés Rebottaro y que consiguieron germinar en el peor de los climas.

Es que fue determinado por la debacle del descenso al Torneo Argentino A, la obvia emergencia de subir cuánto antes y la llegada de los jugadores con “chapa” que arribaron para ser titulares.

Los bajos rendimientos en otros jugadores, la eliminación de Talleres del primer torneo Apertura y la llegada de Rebottaro por el renunciante Roberto Saporiti les dieron la chance de jugar.

Es más, el trío Pereyra-Díaz-Navarro decidió firmarle al club después de quedar técnicamente en condiciones de ser libres, luego de años de postergaciones (los dos primeros debutaron hace tres años y no jugaron más de dos partidos seguidos) y sub valoraciones. Una situación por la que transitarán Julio Buffarini y Juan Galarraga, otros dos jugadores “hechos” en el club, que podrán disponer de sus pases en junio, ya que en esa fecha se vencerán las prórrogas de sus contratos.

Lo cierto es que el fideicomiso integrado por Gustavo Eluani y Daniel Ruffener, ambos con el control del juez Saúl Silvestre, disponen de un capital al que también podrían sumarse Juan Aballay, Leandro Requena, Pablo Rolón. Quienes también han tenido chances de mostrarse, a excepción del arquero Carlos López Rubio, integrante de la selección sub 20 de México, Neri Leyes (ya fue al banco con Crucero), Claudio Francés (recién promovido) y Facundo Reyes (volvió tras una severa lesión).

El titular y el relevo propios. Rebottaro puede disponer de titulares y suplentes formados en el semillero. Pereyra y Díaz, en el puesto de enganche; Navarro y Galarraga, en el puesto de volante central; Buffarini y Palacio, en la banda derecha; Cosaro y Aballay, en la zaga.

La lista seguía con Roberto Moreyra y Julio Cuello, pero el paraguayo, que era goleador en el equipo, rescindió su contrato y se marchó a Chile. Cuello volvió ayer después que lo hubieran declarado prescindible.

El fenómeno tiene lugar después de que el club, por ejemplo, no pudiera disfrutar de Javier Pastore, también enganche, y de su sucesor Lucas Godoy, quienes se fueron en condiciones poco claras, sin que se hayan determinado los responsables. Apenas entraron 800 mil dólares por el jugador que llegó a Palermo (donde hoy es figura) en aproximadamente 10 millones de dólares, siendo que hasta junio pasado, el club disponía del 45 por ciento su ficha.

Los nombres están ahí. Disponibles para formar un equipo a partir de ellos o para reforzarlo, si es que la idea es crecer desde los cimientos, como impulsa la ley 25.284. O para utilizarlos como ejemplo para los jugadores que se quedaron en el semillero, pese a que no se competirá en AFA. Son como un reaseguro –sobre todo en los casos de los enganches o del volante central que son puestos claves–, que obliga a su contemplación en la planificación de la siguiente política deportiva. O bien para negociarlos, y que ese ingreso sirva para el día a día o para pagar algo del pasivo de 26 millones de pesos.

¿Cómo llegaron? Aquí van algunas historias. Agustín Díaz (21 años, había debutado en 2006) fue titular después de que Sanjurjo no rindiera. El fideicomiso lo tasó en 30 mil dólares, en 2008. Ramiro Pereyra (24) lo relevó, explotó con Rebottaro, pero debutó hace tres años. ¿Su valor? 50 mil dólares antes de ser cedido a Atlético Tucumán. Navarro (22) debutó en el Argentino A y pasó por miles de dificultades para jugar. Guillermo Cosaro (21) relevó a Ciucci y se impuso a Emanuel Céliz y a Juan Aballay (20, también del club) como lateral o stopper.