Ahumada continúa su puja por recuperar Talleres, y presentó un pedido de Jury contra el juez. Ironizó sobre Fassi, además de relativizar sobre las amenazas en la sede.

El ex gerenciador de Talleres Carlos Ahumada avanza con el proceder que lo distingue en los últimos días, a pura denuncia. Ya la semana pasada contó con varios episodios de esa naturaleza, siempre contra el mismo destinatario: el juez Carlos Tale. Ayer Ateliers solicitó en la Legislatura un pedido de Jury de enjuiciamiento contra el magistrado, a raíz de su viaje a México para visitar Pachuca, dejando en claro que Ahumada no cede en su obsesión por recuperar Talleres. “Lo que buscamos es que se respete el marco del derecho en que vivimos. Pedimos el Jury, y si le dan entrada, seguiremos aportando pruebas”, contó Ahumada a LA MAÑANA.

- ¿Qué argumentos expuso?
- El mandato que todo juez debe respetar es la imparcialidad, y Tale la perdió desde el primer momento en que llegamos a Talleres.

- ¿Es su primer paso para recuperar el club?
- Queremos que se respete la ley, y si eso conlleva a que volvamos a Talleres, bienvenido sea. Sería un sueño, tenemos un proyecto y esperamos con ansiedad que se resuelva pronto. Ateliers puede reclamar ese derecho, están las instancias de casación y la apelación, lo que marca nuestro deseo de retornar.

- ¿Qué opina del apartamiento de Pachuca?
- Ellos sabrán por qué, no me corresponde a mí. Desde mi punto de vista, se iniciaron mal, y se retiran por algo. No estoy de acuerdo que hayan culpado a la Justicia y a la prensa, porque la propuesta de Pachuca no respeta la ley, y culpan entonces a los que quieren respetarla.

- ¿Esto fortalece a Ateliers?
- Fortalece hacer las cosas bien, apelando a que se respeten las legislaciones. No nos ponemos plazos, la casación y la apelación pueden tardar años, el juez también puede resolver, no nos queremos apurar.

- ¿Qué opina de las amenazas que sufrieron algunos integrantes de la Fundación, y las que hubo en la sede, con panfletos y bombas?
- Llegué a Córdoba hace casi dos años, y viví cuestionado. Para mí es un desafío, un reto, apoyado en las críticas para mejorar. Si ellos recibieron amenazas, sabrán de qué se trata, si son verdaderas o qué, si son cortinas de humo... Yo no especulo, yo camino por las calles, la gente me saluda, nadie nunca me amenazó. No sé por qué recibieron amenazas y si son verdaderas o no.