Después del partido, el plantel de Talleres se trasladó al hotel del ACA para celebrar con una cena el Día de la Madre, con sus respectivas madres y esposas, a quienes le dedicaron el triunfo de ayer ante Racing. “Estoy feliz por mi primer gol, y porque sirvió para ganar.

Nada menos que en un clásico, y eso tiene otro sabor. Es para mi vieja María Carla”, confesó Guillermo Cosaro. Por su lado, Damián Solferino, tuvo la misma destinataria en sus dedicaciones: “Este gol se lo regalo a mi vieja, Estela Marys se llama, a quien la tengo lejos y la extraño demasiado. Ella me escucha siempre desde Buenos Aires, y por eso la voy a llamar en un rato para saludarla. Ahora, a festejar en su honor, y ojalá este triunfo sirva para que Talleres sea más regular”.