El repunte de Talleres se detuvo. Juventud Antoniana de Salta le ganó por 1-0, a poco del final, con gol de Arrigo. El equipo albiazul llevaba tres victorias consecutivas.

Matías Giordano había hecho todo lo posible para que Talleres se trajera un punto de Salta, pero un gol sobre el final del cordobés Héctor Arrigo lo dejó sin nada. Justo un jugador surgido de Belgrano amargó a la "T" y le dio a Juventud Antoniana un excesivo premio, ya que había tenido pocas chances de jugar como pretendía su técnico Gustavo Coleoni. Pero la victoria quedó en Salta, al igual que la minirracha positiva de Talleres, que se vio interrumpida en el inicio de la gira que concluirá el domingo en San Luis.

Versión deslucida. Talleres mostró anoche una versión que poco tuvo que ver con la que le permitió ganar tres partidos consecutivos (Desamparados de San Juan, Alumni y Central Córdoba de Santiago del Estero) después de un año y medio. Ayer lució demasiado preocupado por contener el avance de Antoniana.

Y lo logró de a ratos, aunque debió apoyarse bastante en Giordano, que se revolcó al principio de cada tiempo. ¿Y de juego? Poco y nada. El entrenador Roberto Saporiti pregona siempre el concepto de las pequeñas sociedades, pero esta vez, no las tuvo.

Juventud Antoniana aisló a Agustín Díaz, mientras que Arce y Anívole poco pudieron trascender, más allá de tres cuartos de cancha. Al no tener el suficiente abastecimiento, la dupla Solferino-Moreira Aldana tampoco pudo hacer nada.

En el primer tiempo, el partido no respondió a las expectativas que había generado en el público salteño, que lo interpretó como el más importante de local. Fue el período de las marcas pegajosas, de los espacios acotados, de los esfuerzos para recuperar la pelota y de los centros que alejaron a dos equipos de buen pie de la posibilidad de hacerlo.

Coleoni, el entrenador de Antoniana, ubicó un sistema extraño: 3-3-2-2, con el objetivo de cortarle la salida a Talleres por Anívole y Arce, a quienes Gorostegui y Peirone les prodigaron una marca muy pegajosa. Pero Antoniana lo logró a medias, controló las bandas, pero se despreocupó de Agustín Díaz, quien se aprovechó de un flojo Eric Chmil y lo superó en dos oportunidades. Pese a que a los 50 segundos un cabezazo del propio Chmil obligó a Giordano. A los 8 minutos, Díaz tiró un centro que Moreira cabeceó y exigió a Aguiar y, a los 22, un tiro cruzado de Díaz exigió a Aguiar.

En el complemento, la "T" se quedó físicamente, hasta que a los 37 un rechazo corto de Aballay le cayó al cordobés Arrigo, que clavó el 1-0. Luego, sólo quedó tiempo para la expulsión de Moreira Aldana y el lamento.