Talleres acertó un pleno al final: con gol de Aballay, le ganó 1-0 a Estudiantes (RC).

Juan Aballay lo había visto irse a Federico Lussenhoff varias veces para arriba, en la búsqueda de torcer el rumbo de un partido que iba derecho al 0-0. Y también decidió ir al frente. Total iban 47 minutos del segundo tiempo y el partido pintaba para 0-0 clavado. Hasta que vino el córner de Ignacio Anívole... “El Negro” se acordó de los tiempos de delantero en su Catamarca natal, cuando también se iba y alguna mandaba adentro...

El despeje rival le cayó justo al juvenil de Talleres (21 años) que, paradito cerca del área, sacó el derechazo que venció a José Mancinelli, el arquero de Estudiantes de Río Cuarto. Y así, jugado y casi sin fichas, Talleres acertaba un pleno, como en una ruleta. Y fue “Negro, el 6”, el número de camiseta de Aballay.

Alegría incomparable para él (“Lloré, por la ayuda de mi novia Celeste, de su familia y de la mía”, dijo) y alivio necesario para todo Talleres. Pena mayúscula para Estudiantes, que venía de exigir a Matías Giordano. Gratitud eterna de sus compañeros, que habían protagonizado un partido pobre; del DT Roberto Saporiti (“Ganamos. Que hablen los jugadores”, se excusó), que así pudo conseguir su primer triunfo desde que volvió a Talleres, hace ya ocho partidos, y de los hinchas, que vieron ganar al equipo por primera vez en el Argentino A.

Esos 12 mil que se batieron a duelo con los mil que Estudiantes trajo de Río Cuarto, portando el color celeste, igualito a Belgrano.

Hasta el gerenciador Carlos Ahumada se emocionó. “¿Qué te parece? Vi ganar al equipo después de cuatro meses”, dijo el empresario, al que este triunfo revitalizó para seguir en su lucha por mantenerse como concesionario.