Pedido denegado. Un año atrás, Carlos Ahumada solicitó en el juzgado de Carlos Tale la prórroga de la concesión de Talleres hasta 2014, de acuerdo a lo estipulado por el pliego de licitación. El magistrado resolvió no conceder el pedido, al entender que la firma conducida por el empresario mejicano-argentino había incumplido algunas de sus obligaciones. Ateliers contraatacó apelando la resolución en la Cámara 3ª y recusando a juez.

Con los tapones de punta. Una vez que logró su absolución, en mayo pasado, Tale contraatacó. Tenía preparado el borrador de rescisión del contrato y cuando se disponía a cumplir su propósito, la Cámara 3ª en lo Civil y Comercial hizo lugar a un recurso de no innovar presentado por Ateliers, por lo que el juez se vio obligado a esperar que la Cámara se expidiera sobre la prórroga del contrato. Ahumada logró continuar al frente de la gerenciadora, aunque obligado a esperar el dictamen del fiscal, primero, y el fallo del Tribunal, después.

El fiscal a escena. El miércoles 19 del corriente, el fiscal de la Cámara 3ª, Francisco Alberto Junyent Bas, cinco días antes de que venciera el plazo para hacerlo, dictaminó en 50 carillas que debía rescindirse el contrato entre Ateliers y Talleres, respaldando la decisión de Tale. La Cámara no tenía un plazo para dictar su fallo, pero en los pasillos judiciales se especulaba que lo haría con celeridad, tal como sucedió.

¿Último capítulo? Ayer, la Cámara dictó su fallo y decidió avalar al juez y devolverle la facultad de decidir sobre la continuidad de Ateliers al frente del club. La gerenciadora tiene un plazo de 15 días, desde ayer, para casar el fallo en la Cámara. Si el Tribunal lo rechaza, podrá apelar ante el Tribunal Superior de Justicia.