El ex gerenciador Granero aduce que Ateliers lo acusa para cubrir la libertad de acción de Godoy. Y destacó que Talleres recibiría una compensación si prospera la llegada de Rivas y Martínez a Francia.

Tal como anunció LA MAÑANA, Ateliers sigue con su investigación para hacerle frente a la fuga de juveniles y en busca de los responsables directos. En la edición del lunes pasado, la gerenciadora dio a conocer algunos documentos que implicaban al ex concesionario Carlos Granero y al ex coordinador de las divisiones inferiores Piero Foglia como intermediarios de las llegadas de los jugadores Facundo Rivas y Gastón Martínez a un club del ascenso de Francia. Y por eso, tiene su derecho a réplica.

“Lo que hicieron con esos documentos es un grave delito, violando la ley de privacidad. Desde hace un tiempo que intentan desacreditarme desde Ateliers. Pero el tema es simple: Rivas era de Atalaya. En Talleres nunca fue incorporado a la lista de buena fe y eso lo deja libre. En AFA está registrado en River”, dijo Granero. Y sobre Martínez aclaró: “El jugador se fue de vuelta a Chaco, a préstamo a un club de allí. Antes estuvo dos años en Atalaya y en Talleres no le brindaron pensión. Nunca fue habilitado, estuvo ocho meses sin participar. Su familia me pidió una mano y se la di”. Y sostuvo que Talleres tendrá su participación en la operación: “Llegado el momento, si se resuelve del club francés la voluntad de contratarlos, se va a seguir adelante con la normativa de AFA. Nunca desconocimos los derechos de Talleres. Si no los tenían en cuenta, no entiendo este escándalo. Hasta el día de hoy me llaman chicos que se quieren ir de Talleres, entonces algo pasa ahí”.

El ex gerenciador remarcó que las acusaciones son un operativo de encubrimiento: “Todo esto es una cortina de humo para tapar que hayan dejado libre a (Lucas) Godoy. Se pagaron 180 mil dólares, que no están en las arcas del club. Dejaron libre a (Roberto) Moreira Aldana y después lo incorporan a préstamo. No se entiende cómo accionan”.

Sobre Ahumada. “No tengo relación con Ateliers. Me duele esta situación de Talleres, y no salí a responder al gerenciador (Carlos Ahumada) ni al técnico (Roberto Saporiti). Me quieren hacer responsable. Cada cual debe asumir su parte”. Y siguió diciendo: “¿Se imaginan cómo me hubiesen tratado a mí si llegaba a cambiar los colores de la camiseta, del azul y blanco al verde? Hubo un jugador que tuvo la suerte de jugar en Talleres, solo por llevarle cigarrillos al gerenciador (en alusión a Bardo Fierros). Fíjense con qué entrenador jugó (Raúl Peralta). La hipocresía tapa todo”, dijo Granero, quien recordó aquel partido decisivo por el descenso ante Almagro, en donde Fierros ingresó cuando el equipo ganaba 2-1 y terminó cayendo. “Está claro quién ordenó ese cambio ¿no?”, agregó.