Guillermo Báez resumió el estado de ánimo del plantel. Y tiró: "Si hay que morir (por el descenso), hay que morir de pie".

La fina garúa de la tarde gris no hacía más que acentuar el bajón que se adueñó de todo Talleres en el primer entrenamiento después de la derrota del lunes ante Los Andes, la más dura del torneo. Antes de empezar la práctica, Daniel Valencia, vicepresidente de Ateliers, se reunió con los jugadores y les manifestó su apoyo y el de Carlos Ahumada, quien no estuvo en Córdoba. Cuando comenzaron a moverse a las órdenes de los preparadores físicos, parecían que las piernas de los jugadores pesaban más de lo habitual y, además, las miradas clavadas en el piso, denotaban que la derrota ante el Milrayitas fue un mazazo al estado de ánimo de la T.

Así las cosas, el panorama por barrio Jardín sigue siendo desolador pensando en los seis partidos que quedan para el final del torneo, empezando por el duelo del domingo, a las 16, visitando a Independiente Rivadavia, en Mendoza.

En la primera práctica de la semana, ocho de los titulares se movieron en el predio albiazul: Valentín Brasca, Emanuel Céliz, Federico Lussenhoff, Guillermo Báez, Juan Galarraga, Cristian Zermattén, Bardo Fierros y Luis Salmerón. Por su parte, Lucas Wilchez (con un hematoma en su muslo izquierdo y un esguince en su tobillo derecho); Sebastián Bartolini (luxación del codo derecho) y Martín Cabrera (por razones personales), no formaron parte del trabajo. Según Julio Ferreyra, médico del plantel, es muy difícil que puedan estar en el partido ante los mendocinos.

Dieron la cara. A pesar del mal estado anímico, los jugadores y no le escaparon a las preguntas de Día a Día. El que mejor graficó el estado de ánimo albiazul fue Guillermo Báez. "El vestuario parecía un velorio.La verdad, es que estamos muy tristes pero esperemos que arranquemos de una vez por todas el domingo.No nos queda otra", aseguró el defensor, que remató: "Si hay que morir, hay que morir de pie".

Luis Salmerón fue más que elocuente:"Tuvimos varias chances de dejar de estar en el descenso directo y no lo hicimos. La palabra exacta es que somos unos boludos. Ahora hay que ganar como sea".

Raúl Peralta, el técnico, también habló del mal momento: "Fue un golpe muy duro y tenemos la obligación de levantarnos". También se refirió a los dichos de Zermattén después del partido sobre la falta de compromiso de algunos jugadores: "Soy un convencido que los que se comprometen son los que están con nosotros. Los que no se han querido comprometer no dan la cara y no han colaborado nunca con nosotros", cerró el DT.