Guillermo Rietti rendía una prueba de fuego, por lo que se dijo antes del clásico, y porque su nombre no cayó nada bien en Belgrano. “La sensación que tengo es de serenidad conmigo mismo, de haber encontrado el resultado que esperaba dentro del campo de juego con la respuesta de los jugadores. Me parece que fui absolutamente respetado, que Juan Carlos (Olave) al que la gente lo tiene como un tipo conflictivo, entendió claramente las cosas cuando las conversamos y todos, absolutamente todos mantuvimos un respeto altísimo por el clásico. Para mí fue un enorme orgullo estar en Córdoba dirigiéndolo”.

-Tuvo que mediar entre Lussenhoff y Olave...
- Es parte del show de lo que es un clásico... No era necesario ir a amonestar a Olave después de su entredicho con Lussenhoff. Juan Carlos entendió claramente, Lussenhoff fue amonestado porque cometió una falta que era causal de amarilla y no dio más que para eso.

-¿Consta en su informe este tema?
- Vamos a poner que se retrasó el inicio del segundo tiempo pero no pasó nada.

-¿Cómo juzga su trabajo?
- Yo no soy quién para juzgar mi laburo pero la percepción personal es que salió todo bien.

-¿Qué calificación se pondría?
- No, eso te lo dejo a vos... ‘mátenme, pónganme un ‘3’ un ‘menos ocho’, no hay problema, los árbitros estamos preparados para todo esto.