Talleres parece que olvidó la circunstancia que transita, dónde está parado, y todo lo que se juega. Tiene mucho para perder, y el panorama no luce alentador.

Tras cumplir el primer objetivo, superar los 30 puntos, parece que el equipo se durmió en los laureles. Desde aquella goleada 3 a 0 a Quilmes, sumó tres derrotas consecutivas (Ferro, Aldosivi y Unión), además de recibir ocho goles, y anotar sólo dos. Dejó de tener el ataque más productivo, y sigue con la valla más vulnerada (32 tantos recibidos), junto a los colistas Almagro y Platense. Está en zona de descenso directo junto a Los Andes, a seis puntos de Almagro, su rival inmediato para salir de esa incómoda posición. En este contexto, podría considerarse un logro llegar a la reválida, aunque se ubica a 13 puntos de Instituto y la CAI, que comparten ese lugar de “privilegio”.

Lo más importante y preocupante a la vez es que se quedó sin identidad. No tuvo un patrón de juego definido, pero hasta perdió el orgullo, el amor propio, y la actitud de ir al frente hasta en desventaja, que lo supo diferenciar en la primera rueda. Ya no hay tolerancia entre los protagonistas, son frecuentes los reclamos dentro de la cancha, y el espíritu no es el mismo. Indudablemente algo se quebró en el grupo, y el clima en el vestuario ya no es igual.

Nada queda de la tónica que le imprimía Humberto Grondona a sus dirigidos. Juan Amador Sánchez no tiene la misma sintonía con el plantel, pero no es cuestión de hablar de historia, sino de buscar la salida a un laberinto del que cada vez es más más difícil escapar. El gerenciador Carlos Ahumada no debe dormir pensando cuál es la receta para encaminar el rumbo, menos sabiendo que sus decisiones inciden directamente. Y no está tranquilo. Pero fue él quien trajo a Sánchez. Es momento de autocrítica, replantearse nuevamente los objetivos, y tomar conciencia de que cada vez queda menos margen y los tiempos se acortan.

Cumplir el objetivo será un éxito, a la altura de una epopeya. Hay mucho por ganar a nivel prestigio, pero mucho más por perder en caso de que Talleres no permanezca en la B Nacional.