La semana pasada el plantel de Talleres realizó una conferencia de prensa en donde manifestó su expreso apoyo a la gestión del gerenciador Carlos Ahumada, para que continúe manejando los destinos del club después de diciembre, cuando se terminen los primeros tres años de concesión. Sabida es la intención de Ahumada de conseguir la prórroga por tres años más, pero ahora tendrá otro inconveniente que afrontar: si mañana no abona los sueldos del mes de agosto, los futbolistas analizan hacer paro y no entrenar hasta que se regularicen sus situaciones.

Solamente los juveniles y los que perciben bajos honorarios son los que están al día, pero con el “grueso” del plantel la deuda todavía existe. Por tal motivo, si continúa el incumplimiento habría medidas de fuerza. ¿Seguirá el apoyo incondicional, como lo declararon en la convocatoria espontánea? ¿U ocurrirá algo similar como cuando el famoso “Cacho”, dueño del complejo donde entrenaban los juveniles, asistió a la conferencia de prensa por algunas irregularidades en la pensión, y dos días después, le cerró la puerta a Talleres por supuestas deudas?