El secretario técnico de Talleres, Humberto Grondona, asumió una profunda autocrítica al admitir que es muy desatinado que se vaya el 60 por ciento de los refuerzos que llegaron en junio. «Pasa que íbamos a buscar a uno, y venían dos más con él. En ese momento lo acepté, ahora me doy cuenta que tendría que haberme ido», reconoció Grondona en La Mesa del Fútbol.

También señaló que «ahora no me voy a comer el garrón. Para mí, hacen falta defensores, y si viene alguno que a mí no me guste, lo voy a decir. La verdad, hubo errores y sería feliz si me fuera, pero también sería infeliz y por eso mi compromiso es quedarme».

En otra parte del diálogo, expresó que «en Argentina no hay técnicos de los que me gustan a mí. Y yo no voy a dirigir hasta el año que viene, porque volví de muchos años en el exterior y, como soy honesto, debo admitir que no conozco en profundidad la categoría».