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Julio Buffarini intenta ganarle el duelo a Gastón Menicocci. El volante de Talleres no cumplió una buena actuación ante Tiro Federal. Foto: LaVoz.

Hugo García / [email protected]

Talleres despidió 2007 con un 0-2 ante Tiro Federal que lo complica en los promedios. "No tengo cara para explicaciones", dijo Borghello.

La siesta que durmió Talleres hasta el primer gol de Tiro Federal, los goles errados, la derrota 0-2 consumada, la irregular ronda inicial (seis triunfos, cinco empates y ocho derrotas). Y, por si algo faltaba, los problemas con el promedio (si hoy Ben Hur le gana a CAI, meterá a la “T” en zona de promoción).

Con pocos atenuantes, el discurso de los jugadores de Talleres estuvo imperdible. El más elocuente fue Iván Borghello, uno de los goleadores albiazules, quien ayer no tuvo la puntería de otra tardes. “Caemos siempre en los mismos errores. Hoy por hoy, somos un equipo poco inteligente. No tenemos capacidad para mejorar los errores estúpidos que cometemos siempre. No tenemos palabras. En lo personal, no tengo palabras. No me da la cara para dar explicaciones”, arrancó “Memo”.

–¿Hay errores recurrentes?
–Siempre lo mismo... Sabemos cuáles son los errores.

–¿Y entonces?
–La verdad, no sé. Por eso la bronca.

–¿Hace falta un sinceramiento dentro del vestuario?
–Estamos totalmente sincerados. Ése es el problema. Sabemos qué hacemos bien y qué hacemos mal. Qué nos falta y qué nos sobra. Sobrar, no sobra mucho; pero conocemos nuestras virtudes. Muchas explicaciones, así en caliente, no se pueden dar.

–¿Cómo se sale adelante?
–Con madurez. Con trabajo, no. Esa es una mentira, porque trabajar se trabaja siempre. Simplemente madurez, mucha responsabilidad. Hay que poner el lomo a la situación y tener los h….. bien puestos para afrontar este tipo de situaciones. Nada más.

El discurso fue fuerte, de esos que suelen aflorar de los jugadores que están seguros de que su carrera va a continuar en otro lado. No parece ser el caso de Borghello, a pesar de los insistentes rumores sobre ofertas por su pase. “Yo voy a seguir. No sé si llegará una propuesta. No tengo nada. Estoy tranquilo y tengo ganas de pelear el torneo hasta el final”, aseguró el ex Newell’s.

“Yo me voy mal, caliente y no se puede andar mintiendo. Ahora nos vamos al colectivo, charlamos sobre los errores y después volvemos a fallar. Te da bronca. Sólo el jugador la siente”, manifestó el delantero entrerriano.

–¿Es una sensación intransferible esta que describiste?
–No se puede explicar. Te da ganas de entrar al vestuario y romper todo. De pegarte la cabeza contra la pared. Esperemos que nos haga bien el parate.

“De nada sirve enojarse”
Al entrenador de Talleres, Rubén Insúa, también se le notaba cierto fastidio en su semblante, pero cuando se lo consultó sobre su estado de ánimo, dijo: “Hay que jugar mejor que el contrario y ganar. De nada sirve enojarse después del partido. Hay que prepararse para ganar”.