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Rubén Darío Insúa fue presentado ayer como nuevo entrenador de Talleres.
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El gerenciador Carlos Granero y el flamante entrenador.

Marcos Russo /
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Rubén Darío Insúa, flamante DT, se presentó ayer en Córdoba y hoy comienza a trabajar. Hizo hincapié en que hay que volver a Primera División.

El llamado telefónico lo encontró en el Aeropuerto Internacional Córdoba, en el norte de la ciudad. La invitación a la sede integral de La Voz del Interior fue aceptada espontáneamente y, 10 minutos después, expuso durante algo más de media hora las bases generales sobre las que se apoyará su gestión como entrenador de Talleres.

A Rubén Darío Insúa, el hombre en cuestión, se lo asocia inmediatamente como un tipo del fútbol. Es de los que jugaban bien y, además, llega a barrio Jardín con buenos pergaminos como entrenador.

“Van 11 fechas, quedan 27”, fue la primera frase del “Gallego” sobre el trabajo que le espera. “Todos los partidos son iguales. Si salís campeón, al final los tres puntos que le ganaste al subcampeón valen lo mismo que los tres que le ganaste al último”, agregó.

–¿Cómo va a jugar?
–La intención es que el equipo tenga la misma capacidad para jugar como local y como visitante. Se puede variar el sistema, pero lo importante es jugar con la misma determinación y audacia para ganar. Lo que no va a variar es la intención de ganar los tres puntos y de tomar riesgos en consecuencia.

–¿Qué fundamentos tendrá su equipo?
–Audacia; ser ricos para sostener el ataque; saber manejar la pelota; presionar mucho, lejos del arco... Todo es teórico; falta sumar muchas horas de entrenamiento.

–¿Y en cuanto al sistema de juego?
–Elegiré el sistema que más pueda potenciar la capacidad de los jugadores del plantel. El sistema al servicio del equipo.

–Por ejemplo: cuando vea a Julio Buffarini, ¿lo pone de “8”, de “5” o de “4”?
–Si juega en los tres lugares bien... Donde me haga falta y donde mejor se sienta y me dé mayor cantidad de soluciones.

Sin dramatizar... “El fútbol no es una ciencia exacta. Lo primero es tener buenos jugadores. Vamos a dar muchas horas de trabajo para tener respuestas físicas; riqueza en lo táctico. Es un desarrollo superficial y en Talleres se destaca su buen caudal técnico”, dijo. “Repito: es una visión superficial y previa al inicio del trabajo. El trabajo día a día junto al plantel es lo que realmente te da mayores elementos de juicio”, agregó.

–¿Es un candidato?
–Talleres tiene un buen plantel, pero hay varios equipos con aspiraciones de ascenso, como Quilmes, Godoy Cruz, Belgrano, Instituto, Unión y San Martín de Tucumán.

–¿A cuál ves mejor armado para pelear el ascenso?
–Al que tenga regularidad, capacidad para resistir las exigencias, respuestas físicas, compromiso con el objetivo, y al que sepa jugar con presión.

Tiene chapa. Como jugador, fue campeón en la Argentina con Independiente y perdió la final de la Supercopa de 1988, contra el Boca de Carlos Aimar. Como entrenador, en nuestro país, ganó en 2002 la Copa Sudamericana para San Lorenzo (antes, en 2001, el Ciclón había logrado la Mercosur con Manuel Pellegrini).

Pavada de desafío. Insúa será acompañado por el preparador físico Gabriel Martínez, que regresaba del exterior, y por José Alfredo Zelaya, que fue sumado como colaborador por parte de Ateliers.

“No bajamos a Gustavo Zapata, sino que elegimos a Rubén. En cuanto a las propuestas, eran similares; pero, por la trayectoria, elegimos a Insúa”, había sido la explicación de Carlos Granero sobre la elección. “Talleres es un grande del interior, con un apoyo popular importante. Como es Central, por ejemplo”, dijo Insúa.

–¿Cuál es el objetivo?
–El objetivo de Talleres es bastante simple: el año que viene jugar en Primera.