Talleres debe levantarse
A las 15.30, visita a Nueva Chicago en la cancha de Ferro.
El partido que disputará a las 15.30 en cancha de Ferro Carril Oeste asoma como una bisagra para Talleres en su andar por la Primera B Nacional. Un triunfo en su visita a Nueva Chicago le permitiría al equipo de barrio Jardín cortar una nefasta racha adversa en condición de visitante; mientras que un traspié lo alejaría de las principales posiciones y, además, comprometería la situación de su entrenador.
Después del 21 de agosto de 2006, cuando consiguió su última victoria como visitante, Talleres disputó 20 partidos en esa condición y obtuvo 16 derrotas y cuatro empates. En el presente torneo, registra una igualdad y dos traspiés fuera de Córdoba.
Para colmo, en la fecha pasada, como local, apenas rescató un empate 1-1 con San Martín de Tucumán y dejó demasiadas dudas en su funcionamiento.
Para revertir la situación, el director técnico Salvador Capitano realizaría tres cambios de jugadores y la variación del sistema 4-3-3 al 4-4-2. Ingresarían Juan Cruz Gill, Julio Buffarini y Emanuel Rivas, y saldrían Germán Rivera, Ezequiel Miralles y Héctor Cuevas.
La inclusión de Gill como segundo marcador central provocará el desplazamiento de Marco Torsiglieri al lateral izquierdo, en lo que no deja de ser una sorpresiva apuesta. El otro marcador de punta será Leandro Álvarez, por lo que el equipo carecería de defensores “con salida”.
En el medio, Buffarini aportaría su ida y vuelta por la derecha; mientras que en la delantera, con la entrada de Rivas, se estrenaría una nueva fórmula de ataque con Iván Borghello, el único “sobreviviente” del tridente que integró con Miralles y Cuevas el domingo pasado.
Nueva Chicago, en tanto, lucha por escaparle al descenso (le descontarán 18 puntos al final de la temporada y eso lo complica) y hace tres partidos que no gana.
Arreglo por Pastore. El litigio por el juvenil Javier Pastore tuvo un final favorable a los intereses de Talleres y del jugador. Pastore firmó su primer contrato profesional y jugará a préstamo en Huracán hasta junio de 2008. “Estoy muy contento”, dijo Javier.