El partido no ofrecía un buen espectáculo. Esto motivó a que a los 28 minutos del primer tiempo los hinchas perdieran la paciencia y comenzaron a descargar su bronca con insultos. Primero ligaron los jugadores, a quienes le cantaron «Oh, que se vayan todos, que no quede, ni uno solo», y el tradicional «La camiseta de Talleres, se tiene que transpirar, no se hagan los b... o los vamos a hacer c...». Por supuesto, una vez finalizado el encuentro, y con la derrota consumada, el blanco predilecto de los cuestionamientos fue el presidente de Ateliers, Granero, a quien le dedicaron el cántico «Che Granero, la c... de tu madre, andate de Talleres, que no te quiere nadie» y el típico «Granero h... de p..., la p.. que te p...».

Nada de nada. Talleres fue una lágrima en todo el campeonato y así terminó. Ayer se registró la menor concurrencia de público de Talleres en el Apertura, con poco más de cuatro mil personas, sin contar el de Unión que se jugó con público local solamente.