Fue práctico, mordió y raspó para ganarle a Argentinos, aunque llegó al liderazgo del Torneo de la Liga Profesional como consecuencia del ADN futbolístico que mostró en la era del “Cacique”.

Este jueves fue un día histórico para el Mundo Talleres, al que todos sus habitantes lo harán durar mucho más que 24 horas. El 26 de agosto de 2021 tiene y tendrá el sabor de un hito: la victoria ante Argentinos Juniors, con los goles de Enzo Díaz y Michael Santos, hizo puntero al primer equipo albiazul 17 años después de aquel cuadro que dirigió Juan José López en el Clausura 2004 y que paradójicamente terminó con el descenso al entonces Primera B Nacional, tras una promoción que perdió justamente con el Bicho.

Talleres fue puntero en el Clausura del 2004 desde el 15 de febrero de ese año en que arrancó el torneo con un 4-3 sobre Arsenal y hasta el 14-04-2004 día en que Boca, su perseguidor, completó un partido pendiente ante Chacarita y superó los 19 puntos que tenía.

Este jueves, Talleres le ganó 2-1 a Argentinos con una versión muy efectiva en ambas áreas, muy parecida a la que mostró ante Banfield y Unión. Fue una puesta en escena en la que se concretó casi todo lo que generó y en la que casi no se equivocó, además de un despliegue tremendo en el que corrió, raspó y defendió la victoria (la cuarta consecutiva) con uñas y dientes.

Sin embargo y más allá de la versión mencionada, la “T” se convirtió en líder por la identidad que le dio Alexander Medina a su equipo: tratar de imponer condiciones por su juego, más allá del recurso disponible (cuando lo tuvo y cuando no que tuvo que ensayar), del rival y de las canchas. Como lo hizo con su primer Talleres 2019-2020 -el más completo de todos- y en los últimos cinco torneos en los que debió improvisar en varias oportunidades. El famoso concepto de la competencia interna y “el 100″ de plenitud fueron el pan de cada día, al igual que la preparación física (bárbaro lo de Alexis Olariaga) de un equipo que respondió a la intensidad que demandaba “el Cacique”.

El liderazgo se enmarcó por la línea que bajó el presidente Andrés Fassi y su comisión directiva. El concepto del protagonismo que el equipo tuvo para volver a Primera, ser protagonista y clasificarse a Copa Libertadores con la conducción de Frank Kudelka fue el mismo que interpretó “el Cacique”, uno de los DT de más proyección. ¿La diferencia con aquel de 2004? El Talleres que contenía al equipo de Juan José López quebró meses después.

El de Andrés Fassi creó estructuras, enriqueció el patrimonio, formó planteles con criterios ofrecidos por un scouting que le trajo jugadores que estaban fuera de la órbita de los mejores captadores de talentos, en mercado del ascenso y del fútbol sudamericano, además de la cuestión social y de plantear al club como un agente de cambio social. Pero no nos vayamos de tema. Si habría jugadores de jerarquía se harían o se terminarían de formar en el club, a los que necesariamente deberá vender. Fassi lo hizo antes, durante y con la pandemia. El Mundo Talleres debía latir a otro ritmo, en todo sentido. Más lento, pero seguro.

El Talleres de Medina tuvo varias sociedades en el torneo, pero ayer ganó su partido más importante - el que lo subió a la punta- con dos de las más “nuevitas”. Y siendo tan efectivo como deseó haber sido en la doble definición de Copa de la Liga Profesional (generó el cuádruple de situaciones que Colón y perdió la llave de cuartos de final en los penales) y en la Copa Sudamericana (con Emelec y Bragantino, le pasó igual que en el torneo local).

La reciente salida por lesión de Diego Valoyes (seguramente se irá a fin de año), no tener un zaguero como Hincapié y no tener a Navarro condicionaban a Talleres hace algunas semanas. Los recién llegados Rodrigo Villagra, Héctor Fértoli y Nahuel Tenaglia fueron las respuestas que encontró Medina.

Fértoli y Díaz. “El Rayo” fue uno de los últimos refuerzos en llegar y rápido agarró la onda. Ayer le cambió el sentido a la jugada y Enzo Díaz cabeceó al gol para poner a Talleres 1-0 sobre Argentinos. De la misma manera que ocurriera ante San Lorenzo.

Retegui y Santos, una más. Medina sacó a Ángelo Martino, dispuso el regreso de Michael Santos y mantuvo Mateo Retegui. La combinación del uruguayo con el ex Boca y Estudiantes se dio para el 2-0 parcial.

Limitar errores y sacrificio. Jugaba para ser puntero. Fue cuando más seguro estuvo. Gran esfuerzo de todo el acto defensivo. Desde la primera referencia para recuperar como Carlos Auzqui hasta Guido Herrera y pasando por Francis Mac Allister, otra apuesta de Medina, para un jugador que venía mal y levantó.

Mantenerse. Talleres llegó a líder, comienza otro torneo. Tendrá otras obligaciones y responsabilidades con los mismos jugadores, el mismo entrenador y presidente. Talleres tiene por delante una seguidilla de partidos por ambos frentes: recibirá a Estudiantes de La Plata, el próximo lunes a las 21.15 (vendrá por Tv Pública), por la 9ª fecha; el 5 de septiembre visitará a Patronato, en Paraná, por la 10ª. Luego reanudará su participación en Copa Argentina contra Temperley, en cuartos de final. El encuentro será entre el 8 y el 11 de septiembre, ya que Talleres deberá volver a jugar en el Torneo de la Liga Profesional frente a Platense, el miércoles 15/9. Medina termina su gestión en diciembre, pero quiere un título con Talleres más allá del objetivo de que siga siendo internacional en 2022.

Comprensión. Con Fassi en el país ocurrirán dos hechos importantes. Se terminarán de cerrar uno o dos refuerzos (suenan Alexis Duarte - Cerro Porteño- y Cristian Oliva -Cagliari-) y necesariamente deberá haber una cumbre con Medina. El DT se enojó por la salida imprevista de un insustituible como Federico Navarro porque significaba un nuevo acortamiento del plantel y casi replantea su continuidad en el club, justo antes de este repunte que lleva cuatro victorias consecutivas. Talleres no tiene un plantel tan largo como sería lo mejor para esta instancia, pero no es poco lo que tiene.

Ambos se deben una reunión. Hay mucho en juego. La sociedad es exitosa, Talleres se ha beneficiado, lo hace ahora y podrá hacerlo en el fututo.