Nueva entrega de la columna “Pase al gol”.

El Talleres del doble frente del Torneo de La Liga Profesional y de Copa Argentina ocupa una posición expectante, la que tiene una relación directa con el juego desplegado por el equipo, el plantel del que dispone y los resultados obtenidos. Viene de una seguidilla difícil y va hacia otra crucial en ambas competencias. Con el último triunfo ante Unión de Santa Fe, Talleres se acercó a la punta y a los puestos de Copa Libertadores en el certamen de Liga, el que deberá defender en una seguidilla de partidos que continuará mañana a las 16.30 con Argentinos Juniors, el lunes a las 21.15 como local de Estudiantes de La Plata y el 5 de septiembre con Patronato, en Paraná.

El derrotero seguirá, luego, por la Copa Argentina, en modo cuartos de final, contra Temperley. El encuentro se jugará entre el 8 y el 11 de septiembre, ya que, luego, Talleres reanudará su participación en el Torneo de la Liga Profesional contra Platense, el miércoles 15/9. El equipo de Alexander Medina igualó el mejor desempeño de Talleres en el certamen federal al llegar a la instancia mencionada como en 2013 con aquel equipo de Arnaldo Sialle. Sin embargo, su pretensión sigue siendo la de jugarse todo por un título ya sea en los tres cruces que debe sortear en la Copa Argentina o bien en los 17 partidos que le faltan para el campeonato de Primera División.

En juego, logró imponer condiciones en la mayoría de los partidos, pero se vio condicionado al no tener una administración regular de la ventaja. Newell’s (ganaba 2-0 y en tres pelotas paradas perdió 2-3), Arsenal (fue 2-0 y flotó mucho sobre el 1-0 parcial), Boca (generó, pero no convirtió directamente) y San Lorenzo (le ganó 2-0, pero debió golear) fueron rivales en los que pudo reflejar el ADN que el entrenador Alexander Medina le imprimió al equipo. O en partes importantes, más allá del resultado, del rival y de sus limitaciones propias.

Central Córdoba, Unión de Santa Fe y Banfield fueron contendientes que trabaron a Talleres, dificultaron su llegada, partieron su juego y le generaron situaciones de gol más allá de lo previsto. No jugó bien el equipo de Medina en esos partidos, aunque por distintas razones. En el primer caso, la rotación de casi medio equipo se sintió; en el segundo, perdió la recuperación de Federico Navarro y Herrera fue figura, y, en el último encuentro, fue más efectivo que nunca para poder ganar (llegó tres veces y marcó dos goles), aunque el resultado bien pudo ser empate.

Lo que viene será igualmente bravo, pero Talleres ya sabe qué puede dar y qué limitaciones debe disimular más que nunca. En medio de la competencia, sufrió la mencionada salida de Navarro y momentáneamente la de Diego Valoyes (tiene una sobrecarga muscular), pero esta vez tuvo recambios a la altura, o bastante cerca, como Rodrigo Villagra y Héctor Fértoli. Pueden ser jugadores de posesión y hasta pueden hacer jugar de a ratos a Talleres, pero el equipo necesita precisión en velocidad y en las pelotas paradas para herir al rival. Además, con Mateo Retegui encontró un pivot para descargar en la subida de los laterales como Enzo Díaz o Julián Malatini o para tirar una pared con Carlos Auzqui o Ángelo Martino. Guido Herrera también recuperó parte del nivel.

Lo que le falta en juego, en salida, en recuperación, en efectividad y en recambio, Talleres deberá encontrarlo antes que temprano, con el correr de los partidos y del día a día que marca la competencia, un rubro que ha sido el pan de cada día para Medina. Llegarán el Estudiantes de Ricardo Zielinski, el Argentinos de Gabriel Milito, el Patronato de Iván Delfino y el Temperley de Fernando Ruiz y ninguno le regalará nada a Talleres ni mucho menos se expondrá al ida y vuelta. El nivel de dificultad siempre fue importante para Talleres ante esos planteos. “La falta de variantes quizás lo condicione. Pero Talleres no tiene un plantel chico ni tampoco para campeón. Tiene 12 o 13 titulares y después le aparecen los pibes. Pero el plantel es bueno, más que el de muchos”, dijo un DT de uno de los rivales que ya enfrentó a Talleres. El reto es importante, como el premio que espera.