La historia de cómo llegó Guilherme Parede al club, que posee una parte mayoritaria del pase del delantero. Usa la remera con el número 77 por razones religiosas.

Seis partidos jugados, tres goles, dos asistencias, un gran manejo de los perfiles derecho y zurdo, una “gastada” a Huracán contra la tribuna Gasparini del estadio Kempes junto con los colombianos Dayro Moreno y Diego Valoyes, y un “vengo a hacer historia” después del gol a Colón... conforman un perfecto arranque para Guilherme Parede, el brasileño que ha puesto a hablar al Mundo Talleres.

Futbolísticamente, ya dio una respuesta esperada para un momento en el que Talleres, además de sus crónicos problemas defensivos le había sumado cierta previsibilidad para atacar, una puntería que estaba en condición de regular y un superioridad por las bandas que necesitaba recuperar.

Parede fue la respuesta o, quizá, el engranaje que necesitaba el equipo de Alexander Medina y por qué no Nahuel Bustos, Jonathan Menéndez, Franco Fragapane, Dayro Moreno, Tomás Pochettino, entre otros.

Trajo consigo la alegría de su “jogo bonito” y una impronta que reconoce un origen muy particular. “De los siete a los 15 años jugué al futsal. En el barrio o el colegio; luego, ya jugué en cancha grande”, fue su primera revelación, lo que le da una ventaja importante para manejarse también en espacios reducidos.

El entrenador necesitaba un jugador de esas características para potenciar la intensidad y la agresividad del equipo.

“Talleres para mí fue una gran decisión”, no se cansa de decirle a Mundo D, el delantero de 24 años.

Su presencia obligó a una revisión de los archivos hasta que apareció el nombre de Julio César Da Silva Gurjol, o también “Julinho” como lo bautizó el gran Rubén Torri en sus relatos radiales, quien llegó en 1981 (cuando los Talleres de oro comenzaban su ocaso) para jugar 27 partidos y anotar siete goles, pero dejó su sello enganches, pisadas y bicicletas.

Y al que también le llegaron noticias del estreno de Guilherme en Talleres.

“Me siento muy feliz de que un brasileño esté en Talleres. Espero que sea ídolo en el club. Ojalá le imprima la misma pasión que yo le di. Sigue siendo mi pasión”, indicó quien fue ídolo del poderoso Flamengo y arribó a Talleres por recomendación de César Menotti a Amadeo Nuccetelli, entonces presidente de Talleres.

¿Cómo llegó?

“Va a llegar un extremo brasileño”, era todo lo que decía Andrés Fassi, el titular albiazul cuando era consultado sobre el delantero que llegaría. Finalmente el 31 de enero pasado, el club anunció la contratación del atacante nacido en Nova Andradina, Mato Grosso del Sur, un nombre que alcanzó a anticipar este diario.

“Parede fue tomado por el área de reclutamiento y visoria que tenemos. Brasil es un mercado que siempre estamos evaluando y mirando. Quizás la situación económica, hace que sea más complicado traer jugadores del exterior. Por eso es el único brasileño que juega en Primera. Pero siempre nos seduce el biotipo, la capacidad y el talento de ellos. Lo estábamos evaluando. Estaba en el Inter, a préstamo del Coritiba. Cuando estaba prácticamente acordada la operación a préstamo, nos cambiaron los términos. Querían una venta”, comentó Fassi.

“Viajó el director deportivo Juan Pablo Fassi para tratar de cerrar la operación. Tras 10 días, se pudo hacer. Por la determinación del jugador y de Talleres. Es un jugador en el que tenemos mucha expectativa. Es muy profesional. Compramos el 70 por ciento del pase y hay una serie de compromisos y cláusulas que Talleres tendrá que seguir cumpliendo”, cerró Fassi.

Sí, el pase de Guilherme, es mayoritariamente de Talleres, cuando se especulaba que estaba a préstamo.

“GP 77”

Parede juega con el 77, el que ya usó en Inter de Porto Alegre y Coritiba. “Es un número bíblico. Dios es todo”, cuenta “GP77”, quien ha pegado onda con todo el plantel, es especial con Nahuel Bustos y Guido Herrera.

Para Medina fue bárbaro, pero también le llevó tiempo entender algunos de sus comportamientos dentro de la cancha. Al “Cacique” no le gustó para nada cuando con Dayro y Valoyes, relajaron a los jugadores de Huracán cuando el partido estaba definido, lo que motivó el enojo de los rivales y del propio DT albiazul.

“Fui jugador. Reté a Guilherme y dispuse la salida de Valoyes”, supo contar.

“Mi ídolo es Cristiano Ronaldo (delantero portugués de Juventus) y me planteo culminar un gran semestre, buscando conseguir el objetivo de clasificar a alguna de las copas internaciones en 2021”, cerró Parede.