El defensor central que llegó al Matador se define como un tipo serio. Tiene al “Patrón” Bermúdez como uno de sus referentes. Lo que puede darle a la “T”.

Será difícil que puedan encontrar en la web y poniendo su nombre y apellido en Google, una foto suya sonriendo. Demasiado alegre.

Rafael Pérez se autodefine como un tipo serio. Muy serio.

"Soy un jugador que se caracteriza por ser serio, no me gustan las bromas ni que me bromeen", suele contar siempre, en cada entrevista.

Y es algo que han empezado a ver sus nuevos compañeros de Talleres: este zaguero colombiano de 30 años nacido en Cartagena es un duro. Un recio.

Por algo lleva consigo el apodo de “la Muralla”, que es una de esas ocurrencias que acompañan a los futbolistas en sus carreras. Y también, de alguna manera, los define.

Pérez viene de triunfar y ser ídolo en el Junior de Barranquilla y aceptó este desafío de jugar en el Matador como un nuevo reto en su carrera. Cerró una etapa exitosa, pero quiere más. Estaba cómodo y era un indiscutido. Pero su espirutu competitivo necesitaba algo más. Y ese algo más fue el llamado del presidente Andrés Fassi…

Pérez debutó en el Real Cartagena en 2008 y pasó por el fútbol chino (Chongqing), Independiente Santa Fe, Independiente Medellín, Portuguesa de Brasil y hasta en Europa tuvo la oportunidad de jugar como en el Litex y el CSKA búlgaros.

Parecía haber encontrado su lugar en Junior, hasta que decidió venirse a Talleres. Tiene 326 partidos jugados y nueve goles en su historial.

"Yo siempre que salgo a la cancha vivo el fútbol de otra manera. Afuera de la cancha no soy de muchas palabras, pero adentro de la cancha cambio... Siempre leí una frase, el deporte no revela el carácter, lo hace salir a flote. En mi caso, es un ejemplo claro. Siempre que estoy en la cancha lo vivo como si fuera el último partido que tengo para jugar", supo contar “Rafa”.

Desde chico, siempre tuvo al zaguero italiano Fabio Cannavaro como uno de sus referentes. "Siempre me identifiqué con él. En Colombia seguí mucho a Jorge Bermúdez, me gusta ese tipo de jugadores, con temperamento y fortaleza", expresó.

Está claro que esa seriedad y la ferocidad en cancha se las “copia” a dos que eran bravos en serio: Cannavaro y “el Patrón”.

"Quiero escribir una historia en Talleres y que mi nombre sea respetado por los hinchas", expresó en sus primeros días en Córdoba.

Sin ser considerado un “rústico”, sus grandes atributos son la fortaleza y la garra. Se entrega al 100 por ciento en cada pelota. Y es líder.

Luego de la abultada derrotada 4 a 1 ante Defensa y Justicia, el Talleres de Alexander Medina entendió que necesitaba una “Muralla” para su defensa.

Y justo llegó Rafael Pérez, que promete seriedad y compromiso para el fondo del Matador.