Arranque en falso del albiazul en 2020 en la Superliga. Fue derrota con amplitud por el "Halcón" que no lo dejó reaccionar. Una dura dosis de realidad.

Un paso en falso, un tremendo golpe y dosis de realidad es la que sufrió Talleres, que cayó sin oposición 
4 a 1 ante un práctico y efectivo Defensa y Justicia, en el peor presagio del reinicio del torneo.

Por la fecha 17 ° de la Superliga, recibió el año con la peor cara además de mostrar una actitud impropia, que deja poco a favor en el saldo final.

Defensa y Justicia lo superó física, táctica y futbolísticamente. Con una triangulación efectiva, con una presión inusual, asfixió a Talleres y nunca estuvo de pie. El primer gol llegó de la mano de Marcelo Benítez, en una gran transición que se originó tras un intrascendente taco en falso de Dayro Moreno. Y eso que Valoyes estuvo cara a cara con el gol en la jugada anterior, pero la falta de control en velocidad le jugó una mala pasada.
Igual, el local fue amplio en cancha y lucía más despierto. Talleres reaccionaba dos o tres segundos más tarde.

El partido se liquidó a los dos minutos del segundo tiempo con el gol de Tripicchio, con una inocencia de Paparelli y donde Guido Mainero empezó a edificar su figura en cancha. El ex Instituto puso el tercero de cabeza en un partido que ya no tenía sentido.

Los cambios de Alexander Medina tampoco surtieron efecto. Ni con Méndez, ni el debut de Cabral ni Pallero. El descuento de cabeza de Godoy tras un gran centro de Valoyes no alcanzó a maquillar la humillación ya que otro error en la salida posibilitó el cuarto tanto del local, de la mano de Lucero.

Talleres empezó con el pie izquierdo la segunda ronda, sin reacción ni actitud suficiente como para imponerse a la altura de un equipo que pretende comprometerse con algún objetivo internacional. Momento de reflexión pero sobre todo, de realidad.