La explosión del jugador albiazul, recuperador y pasador top de la Superliga, y seleccionado por Paraguay. Su evolución desde que llegó, la posta que tomó de Guiñazú y el interés de Gallardo.

"Es un buen futbolista que se ha desempeñado bien en su club Talleres y quiere tener la oportunidad. Creemos que es oportuno que venga por su buen rendimiento". El cordobés Eduardo Berizzo, DT de la selección de Paraguay, confirmaba en forma escueta por qué había decidido convocar a Andrés Adrián Cubas, el mejor jugador albiazul y uno de los volantes top de la Superliga.

Se trataba del mismo misionero (23 años y nacido en Aristóbulo del Valle) que conservaba el sueño de jugar en la mayor con la albiceleste. Como lo había hecho en las juveniles, pero que empezó a cambiar de idea cuando recibió, en 2015, el primer llamado (en ese entonces de Emiliano Díaz, uno de los hijos de Ramón, entonces DT de la albirroja) más el aliento de sus padres Francisco Cubas y María Terezuk, nacidos en Paraguay. 

"Cubitas" asomaba en Boca, pasó por Pescara, asomó en Defensa y Justicia y terminó de explotar en Talleres. Ahí dejó de ser "Cubitas" para ser Cubas, el mejor jugador albiazul, recuperador y pasador top del torneo de Primera División. Berizzo le hará realidad su estreno ya que lo llamó para la última fecha Fifa, que contiene los amistosos con Bulgaria y Arabia Saudita el 14 y 19 del corriente, respectivamente, y con la expectativa de eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Qatar 2022.    

"Para mí es el mejor contención del fútbol argentino. Es uno de los mejores profesionales que me ha tocado compartir y conocer en tantos años de fútbol. Y me alegra por Talleres, porque es otro jugador más de los muchos del club que son convocados a selecciones nacionales. Eso es extraordinario para la institución", dijo el presidente de Talleres, Andrés Fassi.

Cubas, no más "Cubitas"

Ah, los tiempos de la maduración. No fue de la noche a la mañana que el volante dejó de ser llamado por su diminutivo. Llegó hace poco más de un año, pero Andrés Fassi, presidente de Talleres, ya había conseguido el 50% de su pase, seis meses antes, como parte de pago del pase de Emanuel Reynoso. La expectativa era que ocupara el lugar de Pablo Guiñazú cuando se retirara. Llegó bien de Defensa, y Juan Pablo Vojvodalo acomodó con "el Cholo" en el medio. Pero se estorbaban mucho al principio y el misionero bajó el nivel. Luego, en los partidos finales del "Cholo", creció.

Y en este torneo fue el mejor jugador de Talleres. En el buen momento de Talleres en la Superliga y en la Copa Argentina (cuando estuvo segundo de Boca a un punto y en octavos de final ante Almagro), en el peor (las cinco derrotas consecutivas que le siguieron) y ahora que el Talleres de Medina volvió a ganar. "Tenía que corregir las entregas, sentirse como prioridad a la hora de presionar y de ser el primer pase. No era mucho, pero los tiempos del fútbol hay que respetarlos. Estés donde estés", dijo Miguel Angel Ludueña, aquel gran volante central que tuvo Talleres y que también jugó en Belgrano, Racing, Independiente y la selección argentina.

Hoy tiene el 89 por ciento de efectividad en los pases (un rubro en el que no pasaba del 60%) y recupera entre cinco y seis pelotas por juego. En el famoso partido ante River, fueron ocho. Anticipando o esperando o hasta cortando de atrás, con el riesgo medido. 

Con Paraguay

El DT de Paraguay, Eduardo Berizzo, decidió observarlo a Cubas en vivo y en directo en ocasión del partido con Banfield, por
16avos de final, que se jugó en el estadio de Newell’s. Y se llevó una grata impresión, ya que fue la figura del juego al registrar un total de ocho recuperaciones de pelotas y una eficiencia del 80 por ciento en los pases.

Cubas ya había iniciado los trámites para obtener su nacionalidad el año pasado y fue su representante, Marcos Lezcano, quien dio a conocer que ya la había obtenido.

La insistencia de Paraguay, primero con Ramón Díaz y después con Berizzo, le cambió las prioridades al volante albiazul. "Si me llaman, voy", dijo, a los pocos días. 

En la mira de River

Cubas tuvo su estreno con Boca en 2014 y se ganó un puesto en "el 11" titular de Rodolfo Arruabarrena. Pese a ser un pibe (17 años), demostró personalidad y soltura para moverse en la mitad de la cancha. Como suele ocurrir con los jóvenes que surgen de las inferiores, los hinchas rápidamente lo bautizaron como "el 5 del futuro". Sin embargo, la llegada de Guillermo Barros Schelotto fue el principio de su salida.

Boca y Talleres quedaron como socios en la tenencia de su pase, y ahora sería River quien habría puesto sus ojos en el volante. Es que Leonardo Ponzio suma 37 años, y Marcelo Gallardo lo habría marcado como un candidato a reemplazarlo para cuando se retire. Hace unos días el jugador habló sobre la posibilidad de volver a Buenos Aires para ponerse la camiseta de quien fuera alguna vez su máximo rival: "Si se diera el interés de River lo pensaría, por lo que fue mi inicio y mi identificación con Boca. Lo analizaría con mi familia, porque Gallardo es un gran técnico. Sería para pensarlo".