El titular albiazul se enojó ante la no quita de puntos a Huracán y a San Lorenzo por no estar al día. No se detuvo en el perjuicio para la "T" sino en el nocivo precedente para la...

Definitivamente, como le gusta decir, Andrés Fassi no volvió al país sólo para desarrollar su visión de Talleres y convertirla en una forma de vida, sino también para hacer su aporte en el proceso de refundación del fútbol que se inició tras la muerte de Julio Grondona.

Por eso, saludó la salida a escena de la Superliga y hasta ofreció un "modelo de gestión para transformar el fútbol argentino".

Su fastidio no tiene que ver exclusivamente con la decisión del Tribunal de Apelaciones de Superliga, que limita las chances de que Talleres clasifique a la Copa Sudamericana 2020 al suspender la quita de puntos para Huracán, en una sentencia que también benefició a San Lorenzo. En el fallo de primera instancia, ambos clubes iban a ser castigados por falsificar sus declaraciones juradas.

Fassi apunta a la cuestión de fondo: este fallo sienta un precedente en la promocionada transparencia con la que nació el nuevo orden.

"No importa si es San Lorenzo o Huracán. No hablamos de nombres propios. Hablamos de los valores y de la idiosincrasia que requiere y necesita el fútbol argentino para cambiar. Es vergonzoso y es un retroceso a la credibilidad de nuestro fútbol. Se tiene que respetar el reglamento", dijo Fassi, presidente del primer club auditado por la Superliga que tiene todo en regla.

Por eso pidió la remoción del Tribunal de Apelaciones.

"No me cabe la menor duda que el próximo miércoles, en el Comité de la Superliga, se pedirá una explicación y que renuncie este grupo de colegiados que tomó esta determinación porque es totalmente antirreglamentaria", expresó.

La sorpresa le revela un terreno que puede ser firme en algunos casos y, en otros, pantanoso. El Comité aprobó una moción del club cordobés para que cualquiera sea la discusión reglamentaria que se adopte sobre algún tema, sea siempre hacia adelante y con previsibilidad, y nunca para el campeonato que viene.

Así, sometido a votación, los clubes decidieron que el sistema de promedios para determinar los descensos no se eliminará en la temporada 2019/2020 y sí después (probablemente, luego de que pasen dos años).

Sin embargo, la no quita de puntos fue una respuesta inesperada, como así también los entretelones de una decisión que puede socavar la integridad de la Superliga, en su comienzo mismo.

La demora ameritó que el propio Talleres pidiera la semana pasada que se revolviera en 96 horas, ya que se había superado el tope del 2 de mayo. Luego vino la participación decisiva de un miembro del Comité de Disciplina para dar marcha atrás.

"La independencia que no es tal se completa con hechos que en el pasado se le cuestionaban con exclusividad a la AFA. Como que el Tribunal de Apelaciones tenga un integrante que no se abstiene de votar cuando su club está involucrado en un expediente. San Lorenzo cuenta con Luis Miguel Incera en ese organismo como suplente. Fue vicepresidente del club en la etapa que lo gobernó Rafael Savino entre 2007 y 2009", comentó Gustavo Veiga de Página 12.

La página Doble Amarilla le atribuye al exdirigente un rol clave al consignar: "Estuvo en todas las reuniones en las que se trató el tema, y hasta llegó a redactar completa una de las dos sentencias del mismo caso que tiene hoy el tribunal arriba de la mesa. En la sentencia que lleva la redacción de Incera, a San Lorenzo le devuelven tres puntos y abre la puerta a que le reintegren los otros tres en caso que a fin de la temporada presente toda la documentación que compruebe que está al día".
Ni hablar de la intervención de Marcelo Tinelli, vice de San Lorenzo, quien acudió directamente al presidente de la Nación, Mauricio Macri.

Los artículos 95 y 97 del reglamento comenzaban a quedar dibujados.

Es el mismo Macri con el que Fassi se había identificado y con quien habría coincidido en la movida del viraje de los clubes hacia las sociedades anónimas. Un punto que no avanzó más.

Y, por si fuera poco, además del deterioro interno de la Superliga también apareció el choque con la AFA que conduce Claudio Tapia y que, por caso, continúa con la sentencia grondoniana "los puntos se ganan en la cancha", para la organización de los torneos de ascenso.

"La llegada del sistema de licencias (tanto en la AFA como en la Superliga) aclaró aún más las reglas que todos los clubes debían cumplir para poder participar de los campeonatos. Pero nadie contaba con el deterioro de la actividad económica y la devaluación del peso. El 'cambio cultural', esa 'Superliga a la Suiza', será cuestión de tiempo. Mucho más tiempo del que se pensó cuando el nuevo orden se independizó de la AFA", contó Alejandro Casar González de La Nación.

"Tenemos un reglamento europeo, pero vivimos en Argentina", supo decir Ricardo Carloni, vicepresidente de Rosario Central.  

Todo muy lejos de la visión que tenía aquel plan de transparencia que el propio Fassi había redactado.

La visión de Fassi: Superliga y AFA a 50 años
"Se debe construir el futuro en base a sólidos cimientos, y esto sólo podrá lograrse si tenemos bien claro hacia dónde vamos y qué Asociación del Fútbol Argentino queremos para los próximos 50 años", supo decir Fassi en 2016, cuando dio a conocer su plan de reorganización del fútbol, adecuado a los parámetros internacionales, que sostuviera valores éticos fundamentales y que transformara la realidad actual.