La T no jugó bien y cayó 3-1 en forma clara ante el equipo de Victoria que lucha por permanecer en la categoría. 

Un domingo raro para los hinchas de Talleres. Había que levantarse no tan tarde como cualquier domingo pero tampoco tan temprano. Algunas caras de sueño se veían en la previa del choque contra Tigre que estaba previsto para que arranque a la misma hora del almuerzo.

Asi que hubo desayuno rápido y había que ir a la cancha. Cerca de 25 mil hinchas dejaron para después la reunión familiar y se acercaron al Kempes a alentar a Talleres en su lucha por clasificar a la Copa Sudamericana y, ¿por qué no? soñar con volver a la Libertadores. Pero la T durmió la siesta y cayó 3-1, sin atenuantes, con este equipo de Tigre que sigue soñando con seguir en la Superliga.

Y el partido con Tigre fue, como se preveia, de ida y vuelta. Los dirigidos por Gorosito, que intentan jugar sin presiones, le plantearon un partido inteligente a Talleres que, con disparos de afuera de Pochettino tuvo las mejores chances en el inicio. 

Pero después, el equipo azugrana empezo a manejar las acciones y, entre los 30 y los 35 del inicio, se puso 2-0 arriba ante la mirada incrédula de los hinchas de la T que intentaron hacer reaccionar al equipo con aliento desde las tribunas.

En el inicio del complemento, pareció que el equipo albiazul mejoraba la pobre imagen que había dejado en el primer tiempo. Un tiro en el palo de Soñora, que había reemplazado al inexpresivo Maroni, hizo ilusionar a los hinchas por una levantada. 

Luego, sin mucho fútbol, el equipo local empujó pero, cuando Tigre volvió a controlar un rato la pelota volvió a lastimar. A los 25, Janson sentenció las cosas con un cabezazo que se le coló a Herrera. Y, diez minutos despues, las expulsiones de Navarro y de Palacios hicieron que lo que quedaba del partio estuviera demás.

Sólo el descuento de la T, en el cierre, mediante un gol de Moiraghi en contra, sacó un poco de la modorra a la gente en un partido que estaba liquidado.

Así, en la siesta cordobesa, Talleres, que pareció dormirla, perdió el invicto en el 2019 dejando una preocupante imagen de cara al partido del próximo sábado, ante River.