Talleres se prepara para jugar el domingo ante Godoy Cruz en Mendoza.

Por segundo año consecutivo, Talleres no pudo llegar a los octavos de final de la Copa Argentina. El 1 de junio del año pasado, tropezó en los 32avos con Defensa y Justicia, que le ganó 2 a 0, aunque en esa ocasión la “T” tenía más la atención puesta en el ascenso a Primera División que, cuatro días después, consiguió contra All Boys. Pero fue contra un equipo de Primera División y la “T” militaba en la B Nacional.

Pero el viernes, el cuadro de Frank Kudelka sucumbió, en los penales en Santa Fe, con Gimnasia y Esgrima de Mendoza, un equipo del Torneo Federal A que había llegado a ese partido en plena pretemporada y sin haber jugado un amistoso.

La eliminación duele por eso y también porque avanzar más fases en la Copa Argentina era un objetivo importante para el entrenador y el presidente del club, Andrés Fassi. Pero todavía más porque, aun con seis cambios, Talleres no plasmó en la cancha las diferencias futbolísticas entre uno y otro que la previa marcaba.

La “T” está primero en la Superliga, viene de florearse en la goleada 5-2 contra Lanús en la Superliga y lo que mostró contra el Lobo mendocino, en la cancha de Colón, no se pareció ni por asomo a esa performance.

Cuando mañana su plantel vuelva a entrenarse con la mira en el partido del domingo, a las 14.05, contra Godoy Cruz en Mendoza, comenzará a vilumbrarse si, por ejemplo, decide ratificarle la confianza al equipo que goleó al Granate y si, por ejemplo, sostiene a Mauricio Caranta en el arco o vuelve Guido Herrera, uno de los seis cambios que hizo en la caída contra el Lobo mendocino, por la Copa Argentina.