Tras un sentido homenaje al eterno goleador Miguel "Wanora" Romero, al minuto siguiente, Menéndez puso el 1-0 de la T para el triunfo ajustado y complicado ante Olimpo. Triunfazo para seguir creciendo.

La noche se iluminó de golpe. Una estrella fugaz cruzó por la popular Willington y al minuto 9 del segudo tiempo los aplausos destellaron bajo la bruma otoñal para recordar a Miguel Romero (fallecido el 1 de enero), la Wanora, el goleador histórico de Talleres.

Después de un flojo primer tiempo, sin caminos claros hacia el arco de Olimpo, Talleres se encontró al minuto del “minuto Wanora” con el golazo de Jonathan Menéndez. Con ese tanto, a los 10 del complemento, después del estentóreo aplauso para el ídolo de todos los tiempos, Talleres le ganó 1-0 a Olimpo.

SIN CAMINOS. La batalla de la noche en el campo del Kempes la brindó Olimpo. Pero no sólo por ser combativo al menos en el cuerpo a cuerpo, sino por tener como objetivo primario, alejar a Talleres de su arco.

Y en buena parte de la primera etapa supo lograrlo. La presión alta no redituó para sus delanteros, pero sí supo escalonar marcas en el sector donde Emanuel Reynoso demuestra porqué es jugador “10”.

Sin embargo, la visita se circunscribió a ese plan, de un equipo que mira el abismo del descenso y del que quiere irse a los saltos. Talleres, lejos del que le “jugó” a Boca, se encontró con un rival que no estuvo dispuesto a jugar “abierto” como el puntero del torneo. Y su resolución se referenció en el juego externo, escaladas de Leonardo Godoy y de Ian Escobar, tocando con los volantes externos, Palacios o Menéndez.

Pero el camino a Reynoso estuvo cortado. Desde los costados y desde abajo. Los pases de Guiñazú no llegaron al 10, menos los intentos de un bien presionado Leo Gil. La T tuvo dos buenas chances con Palacios (remate y mano a mano), pero no coronó. Gabbarini fue solvente y, aunque los matadores se despertaron al final de la etapa, no alcanzó para el impacto profundo.

¡GOL TUYO WANORA! Después del homenaje al goleador histórico de Talleres, la Wanora Romero mandó un pedacito de su alma para que Jonathan Menéndez aprovechara el pase de Leo Godoy y empalar la pelota para el 1-0 a los 10 del complemento.

Después de ese gol, Palacios en dos ocasiones (Ramis había errado a los 30s) y Reynoso pudieron sellar la victoria. Después de todo lo errado, como uno sobre el cierre de Rescaldani, Olimpo le dio un susto por Strahman que tuvo un gran mano a mano y era el empate al final. No pasó eso, ya la Wanora le había dado esa magia a la noche, la noche T.