Aún no trajo los dos delanteros que busca, pero los 49 días de pretemporada sirvieron para consolidar a Ramis y afianzar todo lo bueno que hizo en la primera parte del torneo.

Hoy se cumplen 66 días desde que Talleres jugó su último partido oficial en el Torneo de Primera División. Parece que hubiera pasado una eternidad desde aquel 16 de diciembre de 2016, en Parque Patricios, cuando perdió por 1 a 0 frente a Huracán. Justo el rival con el que después el Albiazul quiso enfrentarse nuevamente en un amistoso el viernes 10 del corriente en la Boutique y no pudo, por razones climáticas.

La “T” venía de cumplir una gran campaña, pero tres fechas antes del receso sólo sumó tres empates seguidos (Arsenal, Estudiantes y Newell’s), en los que sólo consiguió un gol y no de un jugador propio (Scocco en contra, frente a la Lepra). Esa sequía goleadora derivó en que su DT, Frank Kudelka, solicitara la contratación de dos delanteros, uno interno y otro externo, durante la pretemporada, que para los jugadores albiazules arrancó el martes 3 de enero y que ya lleva inusitados 49 días.

Hasta hoy no llegaron, por distintos motivos: un mercado difícil, con pocos delanteros disponibles para contratar, caros y que en su mayoría tienen club, porque se trata de una intertemporada y la mayoría de los jugadores tienen contrato hasta junio próximo.

Los libres no aseguran la continuidad futbolística que requiere el entrenador y son siempre un riesgo. Los que “cuelgan” los clubes suelen arrastrar problemas físicos y lesiones –la reciente y frustrada incorporación de Sebastián “el Morro” García es una prueba cabal de ello– y también es cierto que la billetera generosa con la que Talleres rompía los mercados en el Federal A y la B Nacional, no es la misma en Primera División. Pero así como en este tiempo no llegó ningún jugador, otros cuatro se fueron del plantel y dos liberaron cupo de extranjeros. Se trata, de Matías Vuoso, Daniel Ludueña, Okiki Afolabi y Rodrigo Burgos.

De ellos, sólo se puede asumir como una baja de importancia la del “León” paraguayo, un referente de los dos ascensos consecutivos y quien fue perdiendo su lugar en las piernas de dos jugadores que, por su gran rendimiento, son indiscutiblemente titulares: Pablo “el Cholo” Guiñazú y Leonardo “el Colorado” Gil.

Vuoso vivió en la enfermería y sólo jugó 25 minutos, “el Hachita” también sufrió permanentes lesiones y estuvo más en la reserva que en la primera, y el nigeriano, en rigor, nunca estuvo en la consideración de Kudelka, por motivos que van desde lo futbolístico hasta cuestiones de adaptación. Sólo lo hizo jugar medio tiempo contra Estudiantes y su destino siempre estuvo en la reserva.

Con los goles de “Pipe”

Sin contemplar los partidos del remanente y la reserva, Talleres jugó cinco amistosos en los que va de la pretemporada. Y después del último, el triunfo 2-1 del sábado en el Nuevo Gasómetro frente a San Lorenzo, pudo observarse que el equipo está “a punto caramelo” para volver a jugar por los puntos el 3 de marzo contra Independiente, si es que el torneo se inicia en esa fecha y las refacciones en el campo del Kempes están listas.

Esos juegos dejaron mucho para destacar y también aspectos para corregir, pero que Victorio Ramis haya convertido tres goles (contra Rosario Central, Colón y San Lorenzo) y hoy por hoy sea el “9” que arrancaría jugando el torneo, es una gran noticia para un jugador del club que la viene remando, ha estado siempre al pie del cañón y jugando poco ha convertido goles muy importantes.

Talleres empató 0-0 con Libertad de Sunchales en Salsipuedes, le ganó por penales la Copa Desafío a Rosario Central 4-3, en Mar del Plata. Empató 0-0 con Vélez, en Liniers, goleó 4 a 1 a Colón (Ramis, Palacios -2- y Komar), en la Boutique, y venció a San Lorenzo, con goles de Araujo y Ramis.