Salió y subió. "Si estamos en esta senda no nos tenemos que conformar con esto", dijo el DT albiazul, que sacó al equipo de un mal comienzo con cuatro victorias consecutivas. Fijate si cambió y qué.

"Yo muero con la mía, no voy a poner dos líneas de cuatro, creo que ésta sea la manera de ganar. Después te alcanza o no, pero esta es la idea que tenemos". Así de elemental, Frank Darío Kudelka avisaba que, tras aquella derrota con Aldosivi de Mar del Plata por 2-1, iba a salir de ese mal momento con la misma de siempre.

No iba a convertir a su Talleres en un equipo cauteloso por más que la victoria no llegara en cinco fechas, que las dificultades para anotar fueran muchas, que varios jugadores de esos que habían llegado para hacer la diferencia, aún no estuvieran disponibles y que pocos jugares tuvieran una experiencia inmediata en Primera División. "El futuro está en el arco de enfrente" y "juega el que mejor está", son frases con la que comió y basó todo su trabajo en Talleres y en los clubes en los que dirigió.

Aún cuando no disponga de elementos adecuados ni de los estados de gracia necesarios de los jugadores a los que apuesta. El plan para lograr los resultados solamente tuvo un cambio de estrategia. Apostó a un nuevo circuito de juego con Emanuel Reynoso (el pibe de 20 años), relevó a Leonardo Gill de esa función para sumarlo más a la contención y primer pase para no perderlo metros más adelante y metió un tridente de rapiditos arriba Palacios-Muñoz Rojas-Menéndez (entró por Araujo).

Más rápido y más furioso; con menos posesión y más verticalidad. Y exigió a la defensa porque varios partidos serían ida y vuelta.

Llegaron los aciertos ofensivos a la primera media hora en los tres primeros partidos (San Martín de San Juan, Defensa y Vélez Sársfield) y, luego, la correcta administración de la ventaja y su reaseguro (fueron 3-1, 2-0 y 2-0 respectivamente). Hubo momentos de "zozobra" como el propio Kudelka lo reconoció y también algunos errores arbitrales que esta vez lo favorecieron. Sin embargo, en el área rival, Talleres no falló y ganó por su juego vertical y agresivo.

Y cuando debió ser un equipo de posesión como ayer, ya que Patronato esperó el error que nunca llegó, tuvo la paciencia para hacer circular la pelota y para terminar de construir un circuito de juego como con Reynoso y Gil en la creación más un tridente de opciones con Palacios (en la conducción de muchos ataques y en la definición final), Muñoz (luego, Gonzalo Klusener) y Victorio Ramis.

"Si estamos en esta senda no nos tenemos que conformar con esto. Queremos ganar el próximo partido. Sabíamos que la táctica de Patronato nos iba a obstaculizar mucho", comentó un Kudelka medido, en conferencia de prensa.

"El equipo fue creciendo con el correr del partido", remató el entrenador albiazul, que llega dos ascensos consecutivos, un récord de 64 partidos, 39 ganados, 20 empatados y cinco perdidos y ahora acaba de sumar cuatro victorias consecutivas.

"Quedan para el club", suele decir Kudelka. Como el tecnico, en la historia de Talleres.