Debutará mañana ante Chicago. Tras ser operado por fractura de maxilar, el exvolante de la selección tendrá su estreno.

Cuando Pablo Guiñazú (37 años) decía que jugar en Talleres sería “especial” y que lo hacía sentir como “un pibe”, no se equivocaba. Las sensaciones del Mundo Talleres fueron todo lo “increíble” que “el Cholo” se había imaginado, desde el mismo momento en que decidió dejar de ser un hincha más para vestirse de jugador.

Lo que nunca soñó fue el derrotero que debió seguir para poder llegar a debutar. El 30 de enero, en el ensayo previo al debut, sufrió una doble fractura en el maxilar inferior izquierdo tras chocar con el defensor de Racing de Nueva Italia, Emanuel Campo. Pasó del estreno, porque iba a jugar ante Defensores de Pronunciamiento en el partido de ida de Copa Argentina en 72 horas, al quirófano. Recibió las disculpas del pibe y las muestras de apoyo de todos.

La operación fue realizada por los doctores Alejandro Fazio y Marcelo Ruggieri, de ese nosocomio, que por un acuerdo con Talleres le brinda al club prestaciones de alta complejidad, y se prolongó por espacio de tres horas y media. En la intervención quirúrgica también estuvo presente el responsable del departamento médico albiazul, Julio Ferreyra.

Guiñazú debió esperar como un pibe que aguarda esos primeros minutos que lo van a marcar para siempre. Se refugió en el grupo y en los suyos para matar la ansiedad. “Le colocaron cuatro chapas en la zona y fue necesario cerrarle la boca”, graficaron los médicos. Debió alimentarse mayoritariamente con líquidos y perdió peso.

“El reloj no se mueve; los días no pasan. Ya falta menos. Estoy más animado”, comentaba. Tuvo que volver a sentirse jugador, redescubrir el sabor a cada entrenamiento. A valorar el hecho de sentirse parte. Es lo que lo mantuvo “vivo”. Hasta comenzó a llamar a los jugadores para apoyarlos, como supo contar Eial Strahman para animarlo si no convertía o para motivarlo, tras encontrar el camino al gol.

Pero como no hay plazo que no se cumpla, la espera terminó para “el Cholo”. Hoy será la práctica de fútbol en la que se definirá el equipo que visitará a Nueva Chicago, mañana a las 16, en Mataderos, y el ex jugador de la selección argentina se pondrá la pechera titular.

Guiñazú reemplazará al suspendido Rodrigo “León” Burgos y formará el “doble 5” junto a Luis Jerez Silva. Esa variante pudo realizarse en el clásico del martes pasado contra Instituto cuando el volante nacido en General Cabrera salió del banco de suplentes y comenzó a realizar el calentamiento precompetitivo. Sin embargo, el paraguayo se recuperó y “el Cholo” debió meter violín en bolsa.

Ahora tendrá la chance de debutar en un Talleres que viene puntero, invicto y es un fenómeno de concurrencia. Justo cuando él volvió a experimentar el entusiasmo de los más jóvenes.

Volver a jugar

Guiñazú llegó a Talleres procedente de Vasco Da Gama. Su último partido como titular en Vasco fue el 30 de septiembre del año pasado ante São Paulo, por la Copa de Brasil. Luego, estuvo en el banco seis partidos más y sólo ingresó un minuto ante Santos, por el brasileirao. Eso fue el 29 de noviembre y casi no tocó el balón aquella vez.

El derrotero de los últimos meses para “el Cholo” comenzó el 2 de septiembre del año pasado. Hasta esa fecha, había sido titular en Vasco y venía jugando con continuidad. Luego, dejó su lugar y fue suplente hasta su salida del club.

Los que siempre tienen lugar

Hugo García - Opinion

El alta de Guiñazú es una gran noticia para Talleres. Su jerarquía lo precede y lo faculta para las exigencias del acto defensivo como el ofensivo. Su velocidad para quitar la pelota quirúrgicamente (sin hacer falta, aún cuando barre) lo transforma en punta de lanza del sistema de recuperación de un equipo y, a la vez, en la primera estación de un circuito de juego. Sea pase corto o cambio de frente, la redonda siempre va al compañero mejor ubicado.

A Kudelka le permitirá aumentar los riesgos de su Talleres en pos de la victoria. Sabe que con la zaga y su aporte puede defender por un rato largo a cualquier rival, destinando más hombres a la ofensiva. Es orden y factor “H”. Es de los que siempre tienen lugar. Es “el Cholo” Guiñazú. las cosas por su nombre.

Albiazules


Achucarro y Bay. Además de Guiñazú, también jugarán Achucarro y Bay o Arciero. Salen los suspendidos Burgos y Quintana (una fecha), más Arias, y no va Encina (contractura). ¿El 11? Caranta; Chaves, Olivera, Achucarro y Bay o Arciero; Jerez Silva y Guiñazú, Ramis, Reynoso y Solis; Strahman. Herrera, Arciero o Bay, Komar, Roselli, Juárez, Barrionuevo, Gutiérrez, Klusener y Velázquez, completan la delegación que viaja al mediodía.

$ 4.010.300. Fue la recaudación del clásico; 24.645, los socios habilitados.