Feliz. Con 37 años, “el Cholo” asegura que será “un orgullo” vestir la camiseta albiazul y que está “muy bien desde lo físico y de la cabeza”.

Son esas entrevistas que cualquier periodista quiere hacer. No importa si las condiciones son las óptimas, si la señal del "celu" llega baja o si el interlocutor está recién bajado de un avión, como sucedió ayer a las 19.50 cuando Pablo Guiñazú, "el Cholo", recibió en Buenos Aires el llamado de Mundo D, que había pactado previamente con su representante, Mario Paniego. Lo más atrapante fue encontrarse con el personaje que devolvió la voz del auricular. Simpático, humilde, locuaz, bromista... uno lo escuchaba y parecía advertir al pibe de General Cabrera, quien con 17 años se fue a probar suerte en el fútbol grande y carteludo.

Habló como si nunca hubiese jugado en Newels, Perugia, Independiente, Satum de Rusia, Libertad de Paraguay, Inter de Porto Alegre y Vasco da Gama, club del que se desvinculó ayer, después de un sin fín de negociaciones e idas y veni das. "Maestro, no sabés la alegría que tengo de volver a mi Córdoba. Hace 20 anos que soy profesional y siempre lejos de Córdoba. Estoy feliz... vuelvo a mi provincia para ascender y retirarme con Talleres. Es un club que siempre me encantó. Le prometí a mi viejo antes de morir, el año pasado, que iba a terminar mi carrera en Córdoba, y lo voy a poder cumplir. Voy a estar con mi vieja, que está solita ahora, con mis hermanos, mis amigos de Cabrera... ¿cómo no voy a estar feliz?", dijo.

Con perdón de los puristas del periodismo, era necesario reproducir ese párrafo largo de su primera respuesta para describir en la forma más fiel posible cómo se siente hoy "el Cholo", quien probablemente esta noche ya esté en Córdoba y mañana se sume al plantel que dirige Frank Kudeika.

—¿Por qué fue tan difícil desvincularte del Vasco da Gama?
—No sabes el alivio que tengo. Todo lo que me costó: muchos papeles, pero esto es así. Hoy recién pude rescindir, estaba internado el presidente del club. Bueno, pero ya está. Nadie me quita la alegría que siento por ira Talleres.

—Se te nota entusiasmado como un pibe con venir a Talleres.
—Es que estoy hecho un pibe, maestro, ja, ja... ya me van a ver... no dejé de entrenarme en estos días. A los 37 me siento muy bien desde lo físico y de la cabeza, que es lo más importante. Me encanta entrenarme, cuidarme. Gracias a Dios, el físico siempre me ayudó.

—¿Cómo se dio el acuerdo para que llegaras al club?
—Fueron varios los factores que se juntaron, pero los principales responsables son Andrés Fassi y Mario, mi representante. No tenés idea lo que hablaron y trabajaron para que se diera, sabiendo que no era fácil. Nos juntamos los tres en Buenos Aires. Y como había buena voluntad de los tres, todo se fue solucionando. Hubo que ceder en muchas cosas y esperar... Para mí, va a ser un orgullo vestir la camiseta de Talleres y retirarme ahí. Sólo espero llegar allá y ponerme a entrenar con mis compañeros. Tengo unas ganas bárbaras.

—Es dificil decirle que no a Fassi.
—Es cierto, maestro. Es un fenómeno. A la luna te vas con Andrés. Es un crack. Ojalá pueda retribuirle en junio con el ascenso, alzando los brazos y abrazándome con mi familia Yo soy muy familiero. Necesito estar con ellos. Ya pasó mucho tiempo de estar afuera. Además mi señora y mis dos hilos comprendieron que volver a Córdoba y terminar jugando ahí es mi deseo más profundo, lo que necesito.

—¿Qué club pensás que te vas a encontrar cuando llegues?
—Uno muy distinto, en crecimiento. Sé que ha cambiando mucho con la llegada de Andrés. Se están haciendo las cosas como para que todo se dé bien. Ojalá lleguemos a buen puerto. Además hay una banda impresionante de jugadores: Caranta, Encina, Klusener, un buen técnico y que tiene ascensos... todo eso suma para haber tomado la dedsión de venirme. Tiene que ser un año espectacular para el club. Para mí va a ser una alegría jugar cada partido en Talleres. Y vengo a pelear el puesto y ganarme un lugar.

—¿Te imaginás con la cinta de capitán cuando debutes?
—No, no maestro. No pienso en eso. Que lo decida el técnico. Yo sólo pienso en llegar, ponerme a entrenar lo más rápido posible, sumar al grupo y adaptarme. No llego con nada comprado por ser Guiñazú. Capitanes pueden ser muchos... la cinta es para las fotos. Vengo a ganarme un puesto.

—¿Siempre fuiste hincha de Talleres o te fuiste haciendo?
—Maestro, vos sabés que en el campo uno es hinchas primero de Boca o River y del club del pueblo. De Acción Juvenil de Deheza, donde me inicié yo, aunque haya nacido en General Cabrera. Belgrano, Talleres, Instituto no figuran en predilección de la gente. Pero yo me fui haciendo de Talleres desde chico, me fui identificando con esos colores.

—En Vasco fuiste capitán en estos dos años y medio y los hinchas te quieren mucho. ¿Qué pasó?
—Si, fui capitán todo ese tiempo y jugué todos los partidos, hasta que llegó el nuevo técnico (por Jorginho). Vino con otras ideas, que hay que saber respetar. Jugué poco con él, pero es un técnico muy respetado. Pero no quiero hablar de eso ya. Para mí empieza ahora un nuevo desafío. No Importa cómo fue la desvinculación del club. Yo quiero que todo esto que sucedió pase rápidamente al olvido y poner la cabeza en Talleres. Nada más.

—Tuviste que resignar los sueldos del año de contrato que te quedaba en Vasco?
—Eso no Importa, maestro. Fue complicada la negociadón, pero no creo que a la gente de Talleres eso le importe. A mí tampoco me interesa demasiado, porque estoy enfocado en otras cosas: en reencontráme con mi vieja, con mis hermanos, mis amigos, en ponerme a entrenar con mis nuevos compañeros. Ya está. Ya pasó.

—¿Y desde lo futbolístico qué jugador vamos a ver?
—Yo soy el mismo de siempre, el mismo que vieron en la selección. Maestro, vos poné en la nota que recupero la pelota, que asisto, que trato de salir jugando y que voy a pelear cada pelota como la última, que estoy para hacer un gol de media cancha, ja, ja... total, la verdad se ve en la cancha. No, pero en serio. Vengo a buscaran lugar en el equipo, a ser uno más, a sumar mi granito de arena para que Talleres ascienda y esté donde debe estar. Creo que mi experiencia en estos años puede ayudar un poquito.

Y así terminó, en apenas 10 minutos, la charla con "el Cholo" Guiñazú. El volante central que Talleres contrató para sacudir el mercado de pases de la 8 Nacional., junto con jugadores como Caranta, Klusener o Encina. Y con quien pretenderá subir a final de este semestre a Primera, tal como él también lo desea.