En el inicio del tetradecagonal, la "T" igualó 1 a 1 con Defensores de Belgrano de Villa Ramallo en el Kempes. El equipo de Kudelka no jugó bien, y salvó la ropa con una igualdad en el segundo tiempo.

Era el comienzo de la verdad. Y en el primer partido del tetradecagonal, Talleres apenas igualó 1 a 1 con Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, por la primera fecha del tetradecagonal del Torneo Federal A.

La "T" no arrancó bien en el Kempes, y eso se sintió rápido. El primer gol lo marcó Germán Lesman, a los 22m de la primera etapa. Si bien no fue justo, el equipo visitante no hizo más que aprovechar las dudas de la defensa de la "T" para poner la ventaja.

Talleres buscó el gol, pero no tuvo peso ofensivo. Sobre todo porque Ereros no existió, y porque Strahman no estuvo fino (tuvo un mano a mano que el arquero Herrera tapó muy bien).

No hubo mucho más hasta el final del primer tiempo, cuando los jugadores de ambos equipos se cruzaron en una áspera discusión antes de entrar al vestuario.

A la salida, para jugar el segundo tiempo, Frank Kudelka metió dos cambios: mandó a la cancha al correntino Araujo y a Juan Pablo Francia, y sacó a Beraldi (amonestado) y al inexpresivo Ereros.

Luego, con la impotencia de no genera peligro, Kudelka metió otro cambio: metió a Javier Velázquez (por Goiri). Y la modificación dio resultado porque fue Veláquez (¿en posición adelantada?) el que logró la igualdad a los 29m del segundo.

Un toque por arriba del arquero de Defensores trajo tranquilidad al Kempes, que ya empezaba a intranquilizarse.

Sobre el final, la "T" pudo haberlo ganado porque Cartechini tomó de la camiseta a Araujo en el área de Defensores. Pero el árbitro Medina no vio nada (estaba parado frente a la jugada) y no cobró un claro penal para Talleres.

Lo que quedó fueron pelotazos al área visitante, en busca de un cabezazo salvador para lograr una victoria necesaria. Que nunca llegó.

En esa condición, en la primera fase, reunió el 59,26 por ciento de los puntos que dirimió, contra un 77,78 que logró fuera del Kempes

Arrancar con buen pie era el imperativo de la hora para el Albiazul. Su debut en el reducido en el que compite por los porotos grandes le plantea un gran desafío: mejorar su campaña como local. Nada de eso sucedió este sábado.

Lo único para rescatar fue la actuación de Rodrigo Burgos. El paraguayo no paró de correr y robar, y fue el pulmón de la "T" que se mantuvo con vida por el aporte del volante central.