El volante central ha sido una pieza clave en el equipo albiazul que se va a jugar el ascenso en el tetradecagonal. “Para todo, hasta el agua”, dicen sus compañeros.

Rodrigo Burgos toma la bandera de Talleres y corre como loco hacia adelante. Como un capitán que lidera la tropa rumbo al objetivo de recuperar la pelota. De esa conquista vive el equipo que, por historia, debe ser protagonista más allá de su potencial. Por obligación y por historia es así para la “T”.

“No tiene un grito de guerra que lo caracteriza. Habla, pero bien. Para ordenarnos. Los paraguayos son así. Él es un león. Le decimos ‘paraguas’, pero no porque sea más corto que paraguayo, sino porque para todo. Hasta el agua, ja. Es una fiera”, dicen sus compañeros sobre el melenudo Burgos.

Rodrigo quita en el medio y en las bandas. Es rápido y, a veces, tiempista. Es que ese desequilibrio que sufre el Talleres de Frank Kudelka por destinar tantos hombres al ataque, lo sufre el paraguayo, quien estuvo a punto de venir la temporada pasada cuando Sergio Coleoni era el entrenador.

A veces, su “cancha” es de 30 o 40 metros a la redonda. No se termina más. Sólo o acompañado por Víctor Beraldi ahora, el volante ofrece la posibilidad de recuperar entre 10 y 15 pelotas por juego. Y si el rival ataca, es un central más. “Es el relevo de todos”, ilustra un volante.

Hoy no se puede ni resfriar. Así de importante es. Y el “paraguas” sabe dónde está. “Yo no doy nada por perdido porque Talleres no merece estar en esta categoría. Es un club grande, conocido en todo el mundo, la infraestructura es muy buena y la gente es increíble. Se juega ante una gran concurrencia. No se lo merece. Hay que llevarlo a donde tiene que estar”, cuenta Burgos.

El despliegue de Rodrigo (25 años, nacido en Itacurubí de la Cordillera) hizo que Kudelka solicitara sus servicios como alguna vez lo hizo Gerardo Martino para jugar en la selección de Paraguay. El entonces DT de la mayor, y hoy de Argentina, lo llevó para jugar Eliminatorias (fue suplente en dos partidos), aunque sólo pudo debutar en amistosos.

Antes, había sido jugador de la Sub 20 (disputó el Mundial y el Sudamericano 2009).

Ahora, Talleres le propone un nuevo salto de calidad en su carrera. El ascenso está a 13 partidos pero él prefiere ir, “paso a paso”. Quite a quite.

Schenone y 10 cambios

Talleres, líder de la zona y ya clasificado para el tetradecagonal, inició ayer los preparativos para el encuentro ante Independiente de Chivilcoy, a jugarse el próximo domingo a las 15 en Buenos Aires, y con el control de Gerardo Méndez.

Tras el entrenamiento de hoy por la mañana en la Boutique, Kudelka dará lista de los que viajarán por la noche.

En el ensayo de ayer, el DT cambió todo el equipo y paró a un alternativo con Federico Costa; Nahuel Roselli (luego, Pablo Cuello), Rodrigo López, Lucas Bovaglio y Jonathan Bay; Marcelo Benítez y Nicolás Schenone (reaparecería tras una severa lesión); Ezequiel Barrionuevo (sufrió tendinitis), Juan Francia y Franco Piergiácomi; Marcos Godoy.

Lucas Ischuk, Ivo Chaves (ambos suspendidos), Wilfredo Olivera, Adalberto Goiri y Nelson Benítez (quinta amarilla), Burgos, Beraldi, el lesionado Victorio Ramis, Santiago Raymonda, Sebastián Ereros y Eial Strahman dejaron los 11.

Albiazules


Araujo. El entrenador Frank Kudelka definirá hoy a la mañana si incluye en la delegación a Aldo Araujo. El volante se encuentra en el tramo final de la recuperación de un severo desgarro. Como aún no llegó a la mejor condición física, es complicada su participación en el juego del domingo.

Tendinitis. Tras el parate ordenado por el DT para preservarlo, Barrionuevo tomó parte del ensayo de ayer, en la Boutique. Pero a los pocos minutos debió salir por una tendinitis. Es difícil que viaje a Chivilcoy.