Horacio Manzur fue presidente de Talleres en ese ’93-94 cuando se logró retornar a Primera División en aquella final contra Instituto, y dos años atrás intentó junto al movimiento “Talleres es de su Gente”, armar un frente político, sin prosperar en el tiempo. Ante el llamado de PODIO, recordó ese incidente con AFA, la TV y la Justicia, con cierto regocijo, desmitificando historias también. “Nosotros nos dimos un gusto enorme porque le pudimos vencer la pulseada a AFA, con todo lo que significaba. Pasó de todo, miles de cosas que no se pueden sacar a la luz, pero que vengo preparando y recopilando para algún día sacar un libro.

La cuestión es que nadie se le animaba a AFA, y Talleres en dos incidentes lograó sacar su posición adelante”, contó Manzur.

A pesar de que al otro año el Albiazul descendió a la B Nacional, Manzur no toma eso como un “pase de facturas”. “Hay que ser realistas. Eso fue un mito que se dijo para culparnos, pero la verdad, descendimos por cuestiones netamente deportivas. Porque algunos cráneos entendían que trayendo a (Roberto) Saporiti como técnico, sacando a Fernando Areán, y reforzando al plantel con Héctor Chazarreta y Roberto Gasparini, en los ocasos de sus carreras, nos podíamos salvar. Teníamos el mediocampo más longevo del torneo. De eso, AFA no tiene la culpa. Hubo gente que lo convenció a (Víctor) Szumick y así lo pagamos”.

¿Y que pasó con el Recurso de Amparo que les concedió el juez Federal Ruda, por lo de Javier Castrilli?

“Cuando la Justicia nos dio la razón, ya estábamos en la B Nacional, no tenía sentido”-clarificó Manzur-. “Fue para darnos un gusto y tener razón. Conseguimos de auspiciante a Cablevisión por parte de AFA”.

Con los docuementos el millón de pesos que cobramos por VCC, le pagamos los 700 mil pesos del pedido de quiebra pedido por el ex presidente Miguel Srur. Estábamos en concurso preventivo y esa deuda era urgente”. Manzur

“Con Areán teníamos abrochados como refuerzos en el ’93 a Eduardo “Chacho” Coudet, que era juvenil de Platense; y a Walter Lemma, que la venía rompiendo en Lanús, por 200 mil dólares a cada uno. Necesitábamos carrilero. Pero Francisco Martín, por notables influencias, terminó eligiendo de técnico a Saporiti, y por esa plata llegaron Gasparini y Chazarreta”. Manzur