Oscar Moroni es cordobés radicado en Houston hace 14 años, y al enterarse de la gira de Talleres por México, programó visita y presencia en los partidos por el país azteca. Acompañó al plantel en el reconocimiento de la cancha de León, sacó fotos y prometió asado.

Oscar Moroni hace 14 años que abandonó Córdoba para instalarse en Houston (Estados Unidos) con su esposa de origen mexicano, y cambiar su estilo de vida. Trabaja en la empresa de su cuñado, una fábrica de garajes, y de esa forma, puede solventarse algunas de sus locuras. Su pasión por Talleres y el fútbol lo llevan a dejar todo, como viajar para ver el equipo de sus amores cada vez que puede.

“Es una alegría inmensa de estar acá con ellos. Es destacable la buena predisposición de los jugadores para conmigo, me invitaron a ir con ellos al reconocimiento del estadio. La verdad es que estoy muy feliz de todo lo que me está pasando”, dijo Moroni, exultante por volver a ver los colores que lo hacen sentir.

También contó que hoy viajará a Pachuca para acompañar a la delegación albiazul e intentar asistir a los entrenamientos y visitas que haga el plantel. De más está decir que presenciará el amistoso del domingo frente a Zacatecas. “Fui a ver el Mundial en Brasil y ahí entendí que nadie en el mundo vive y entiende nuestra pasión por el fútbol y por los colores. Eso es un tesoro que tenemos los argentinos”, contestó. Siguiendo con esto, declaró: “Cada vez que juega Talleres, me gusta sentirme como en Córdoba. En casa se come asado, se toma fernet y se lo ve con amigos. No te das una idea de la cantidad de amigos que se terminaron haciendo hinchas del “Matador”. Estar en casa un día de partido, es como estar en la cancha”.

Moroni cumplió su sueño. Acompañó a la delegación al reconocimiento del estadio del León, segundo rival en los amistosos de pretemporada del “Matador” por la gira por México, y se sacó fotos con todos los jugadores. Pero va por más, les ofreció pagar un asado para todo el plantel, con tal de compartir una comida con sus ídolos. “Si hace falta, hago de asador, no tengo dramas”, dijo entre risas, mientras cumplía uno de sus sueños: interactuar con sus ídolos, los que defiende la camiseta que tanto ama.