Santiago Raymonda recibió una oferta de Andrés Fassi y se convertiría en refuerzo de Talleres en las próximas horas. Caprari y Roselli, muy cerca.

Era cuestión de desempolvar la agenda con los números telefónicos viejos y probar. “Santiago Raymonda”, marcaba la letra de tinta gastada y un celular con características de Arteaga (Santa Fe). ¿Seguiría teniendo el mismo número que cuando la descosió en Instituto, entre 2003 y 2005? ¿Cómo olvidar que “el Patito” fue el cerebro del equipo de la Gloria que logró el ascenso a Primera con el gol de oro de Renato Riggio, un 19 de junio de 2004, en una jugada que él inició, siguió en “Fido” Castro y concluyó con “el Tanito” empujándola adentro y desatando la explosión del entonces Estadio Córdoba?

Tres veces sonó su aparato y atendió con la voz conocida, pausada y tranquila de siempre. “¿Cómo andás? Cuánto tiempo, che”, respondió. Se acordaba de uno como si no hubieran pasado casi 10 años desde que se fue de Córdoba.

Estaba en el vestuario, a punto de comenzar su entrenamiento vespertino en Boca Unidos, en Corrientes. Uno más de tantos en una carrera profesional de casi 15 años que lo llevó a jugar en 11 clubes.

El contexto ya daba para ir al grano y preguntarle: “¿Es cierto que estás cerca de venir a jugar a Talleres? Y lejos de cualquier evasiva, el habilidoso enganche de 35 años, contestó sin tapujos.

“Sí, es verdad. Me llamó en primera instancia ‘Maxi’ Salas, a mediados de diciembre, y ahora, hace tres o cuatro días, Andrés Fassi. Los dos me hicieron saber del interés de sumarme a Talleres y Fassi me hizo una oferta económica. Estoy esperando que regrese de sus vacaciones el técnico del equipo (Carlos Trullet) para hablar y saber si me tendrá en cuenta. A mí me gusta mucho la idea de ir a jugar en Talleres. ¿Quién no sabe de su importancia? Estoy interesado. La posibilidad está y me gusta mucho la propuesta de Fassi, que me dijo que me volvería a hablar este fin de semana o el lunes”, comentó Santiago.

–¿Qué te preguntaron?
–Cuáles eran mis intenciones, si puedo rescindir mi contrato. Les dije que estoy vinculado a Boca Unidos hasta diciembre, pero que en principio no habría problemas para salir si hay una oferta conveniente para el club por el préstamo. Pero todo depende de esa charla que tenga con el técnico. Con ‘Maxi’ hablé primero por teléfono y después chateamos varias veces. Yo estaba medio nostálgico y triste porque recién veníamos de perder la posibilidad de ascender. Después vinieron las fiestas y estuvimos unos días sin contactarnos, porque yo tenía algunas cosas familiares importantes por resolver. Y después llegó el llamado de Andrés.

–¿Y él qué te comentó?
–Me habló de un gran proyecto que tiene para Talleres y que ya está poniendo en marcha. La verdad es que es tentador. Creo que su llegada será un bien para Talleres. Me dijo que apuntan a subir este año al Nacional B y de ahí dar el paso rápidamente a Primera. Es un proyecto ambicioso e interesante para cualquier profesional. Tengo otras ofertas, pero la verdad la de Talleres me gusta mucho. Así están dadas las cosas en este momento.

–¿Volver a Córdoba te tienta?
–Córdoba siempre me tienta. Uno dejó muchos amigos y sé que no sólo la gente de Instituto me recuerda con cariño. Uno siempre está en contacto con gente vinculada al club. Tuvimos un gran equipo y ese ascenso a Primera fue inolvidable. Pero no creo que esa identificación con Instituto me cause algún problema. Espero que se dé.

–¿Lo conocés a Frank Kudelka?
–No me dirigió, pero sí lo conozco de haberlo enfrentado. Sé quién es, de su gusto por los buenos jugadores y me han dado las mejores referencias de su trabajo.

–¿Los 35 años cómo te encuentran en lo físico y futbolístico? ¿Estás para jugar un par de años más?
–Yo creo que sí, pero uno se va evaluando día a día, semestre a semestre, año a año y viendo cómo responde, cómo le van saliendo las cosas. Por el momento sigo con entusiasmo y ganas de entrenar y seguir jugando. De hecho, me agarrás ahora minutos antes de comenzar una práctica en la pretemporada. Sigo con ganas. Vamos a ver hasta cuándo duran.