Coleoni por Ghiso. Fue el cambio operado por el mánager Mario Ballarino, tras el 1-4 ante Unión. “Si perdemos los próximos partidos, nos tenemos que ir todos, conmigo a la cabeza”, reiteró ayer.

“¿Proyecto? A la gente no le impor t a lo que diga Ghiso, ni Ballarino. Acá lo único que quiere la gente es que Talleres gane. Nada más. Y ya lo dije: ‘Si perdemos los próximos partidos, nos tenemos que ir todos, conmigo a la cabeza’”.

El textual es de Mario Ballarino, el mánager y la máxima autoridad deportiva de Talleres al cierre de una jornada brava en la que terminó de materializar el relevo de Jorge Ghiso por Sergio Coleoni.

Refería a un estado de urgencia- desesperación que vive el planeta albiazul, derivada de la necesidad de devolver al equipo a la Primera B Nacional en los cuatro meses que durará este Torneo Federal A. Y por encontrarse último en su zona, con 12 partidos por delante.

Una urgencia también determinada por una cuestión política que el no ascenso puede afectar al Fondo de Inversión de Talleres en la elección que se dará en noviembre, o hasta su no presentación. Y bajo ese designio, el que explicitó Ballarino, transcurrió el lunes “T”.

A primera hora, Jorge Ghiso se fue a despedir de los jugadores y no ocultó su malestar. “En mi vida me había pasado esto. Que por un partido perdido pase esto. La verdad es que tengo bronca, no tristeza. Me enteré por ustedes que me despedían y que asumía Coleoni. Después me llamó el gerente Damián Castro para comunicarme que no seguía. Siento que Ballarino no me fue sincero”, dijo Ghiso, quien, luego, se sentó a negociar con el propio Castro, aunque reclamó el contrato por un año que había firmado antes de viajar a Rosario, para el debut con Tiro Federal. Hace 10 días.

Ballarino, quien definió la salida de Ghiso, argumentó un rato después: “Creía conveniente un cambio. Advertí cuando se iba yendo al descenso y sobre su forma de jugar. Cuando asumí, antes de iniciar el torneo, cometí el error de no estar firme cuando dije que Ghiso tenía que irse antes. Lo asumo. Él creía que se podía jugar de una manera, lindo, y no conocía los rivales. Y a varios les cambió el puesto. Debe jugarse a otra cosa. No pueda pasar algo similar a lo del descenso. Sería injusto para todos. Coleoni y Obulgen están capacitados. Por eso van ellos ahora”.

Coleoni, parte 4. Después de la salida de Ghiso y los argumentos de Ballarino, asumió Sergio Coleoni, quien fue el ayudante de campo del club que debió incorporar “Vitrola” y el mismo que dirigió en forma interina los partidos previos (Ferro Carril Oeste e Independiente de Avellaneda en la Primera B Nacional) a la llegada del ahora cuerpo técnico saliente.

“Es linda la oportunidad, aunque siempre se da en una instancia complicada. Estamos preparados. Es una gestión sin tiempo. Lo dijo Ghiso cuando habló de que como Bianchi no había tenido plazo en Boca, menos lo tendría él en Talleres. ¿Qué queda para mí entonces? Imaginate que en uno de mis interinatos empatamos con River en el Monumental y al día siguiente ya estaba asumiendo Sergio Batista. Uno ya sabe cómo es esto”, contó Coleoni a quien acompañarán Juan Obulgen y los profesores Claudio Fonti y Eduardo Larghi.

“¿Así que empató Alvarado, nuestro rival? Es una buena noticia. Trataremos de sacar adelante el equipo. Este es nuestro sueño. Por ahí se da en momentos difíciles, uno no los elige, pero hay que aprovecharlos”, agregó Coleoni, en su cuarto interinato en Talleres. Y el arranque fue con todo. Los titulares que cayeron ante Unión de Mar del Plata fueron al gimnasio; luego, el remanente se fue a jugar un amistoso con Racing.

Rige el día a día. El ganar o ganar. Hoy será otro día.