GHISO CREE. El DT albiazul dijo que los vio muy bien, pero que hay que ganar: “El equipo está bien y está vivo. Estamos vivos”.

Vitrola juega sin pelota. Mete cortes. Replica. Sale de contra. Y cuando hay que parar la pelota, la para. Jorge Ghiso habla con la soga al cuello convencido de que se va a cortar y que seguirá tan vivo como él lo sabe irradiar.

Es así el DT de Talleres. Un optimista del banco. Que cree. Que no afloja. Y que aún con los brazos cortados, seguirá de alguna manera tratando de tirar una piña.

“Si ganábamos nos salvábamos. No nos paraba nadie. Ahora tenemos que ganar el próximo domingo y seguir creyendo. Yo creo en este equipo”, le dice el DT albiazul a Día a Día. Talleres acaba de empatar ante Instituto en Alta Córdoba. El broncón se siente venir cada vez que se abre la puerta del vestuario visitante, pero Ghiso tiene los dientes blancos de sonrisa inclaudicable. Porque Vitrola cree. Y mucho. Porque no está rendido. Porque sabe que será tan duro como todo lo que falta, pero que prefiere pensar en lo que viene (Patronato). Ghiso mira al vestuario que se abre y vuelve la mirada. Y habla de lo que está pasando ahí, después de la tristeza por un empate inmerecido.

“Lo que vi en el vestuario fue que los jugadores saben que jugaron bien. Ese equipo como está se levanta, y salimos adelante”, vuelve a insuflar como si llegara un rocío de verano en una costa caribeña. Vitrola, a medida que habla, va refundando sus conceptos. Es decir, si dijo algo, le sale algo mejor que quedará como una idea superpuesta: “El equipo volvió a jugar, fue superior al rival. Yo no me explico porqué Talleres está donde está, pero no me pregunten, yo no lo vi antes”.

Ghiso se ríe de la improlijidad en la que se vio envuelto. Que le hizo perder 25 minutos del PT, por haberse olvidado en su departamento su carné de entrenador profesional. “Fue feo. Me olvidé el carné. Es así. Lo estuve espiando al partido desde la boca de la manga. Sólo por eso entré tarde a la cancha”, explicó el técnico.

Reforzó luego sobre el partido: “Creo que Talleres hizo mejor las cosas en el primer tiempo y después, en el segundo, llegamos al gol, fue más cambiante. Después ellos se nos vinieron, nos empataron y ahí fue otro partido. Nosotros apostamos al contragolpe después, pero al final fue parejo”.

–¿Pero lo salvás a Talleres?
–Es lo que quiero, vine a eso y creo que el equipo está bien y está vivo. Estamos vivos.

Díaz: Así no nos alcanza


El volante Agustín Díaz, como el resto de sus compañeros, se mostró compungido por el 1-1 ante Instituto. “Hicimos todo, fuimos superiores, pero así no nos alcanza”, reflejó quien fue una de las figuras del equipo albiazul en Alta Córdoba ayer. “Estamos mal por no lograr el resultado que nos podría haber dado un envión anímico y ayudado en los promedios. Nos quedamos con esa frustración”, lamentó Agustín.

Mientras, Ezequiel Barrionuevo tuvo una tarde contrariada. “Estoy contento por el gol, pero triste porque no lo pudimos ganar. Lo merecíamos y habíamos hecho todo para llevarnos los tres puntos. Hay que seguir”, cerró el volante. El plantel albiazul se fue dolido en la noche ya de Alta Córdoba, un golpe que se sintió.